Hoy se clausura el Seminario que honra el centenario de la
Reforma Universitaria de Córdoba, que replanteó el sistema educativo superior
en Argentina y América latina. La Reforma fue encabezada por los estudiantes de
la Universidad de Córdoba y sus repercusiones se sintieron casi de inmediato en
todos los centros de educación superior de la región. El Seminario fue
organizado por el Departamento de Historia de la Universidad de Panamá y contó
con 20 expositores del más alto nivel, así como invitados del exterior.
La Reforma de Córdoba tuvo su contraparte en Panamá durante
la década de 1920. Se sintió con toda su fuerza en las décadas de 1950 y 1960
cuando los universitarios lograron conquistar la autonomía y el co-gobierno en
la Universidad de Panamá. Conquistas mediatizadas y aún incompletas, debido a
las muchas contradicciones que prevalecen en el medio panameño.
A principios del siglo XX los estudiantes universitarios
encabezaron una revolución del pensamiento con proyecciones universales. Las
raíces del movimiento se encuentran en las luchas de emancipación del primer
cuarto del siglo XIX. El impulso de las concepciones independentistas de
hombres como Bolívar, San Martín, O’Higgins, Madero y Morazán fueron ahogadas
terminadas las guerras contra la Corona española por los sectores más
conservadores. Los Ejércitos libertadores eran portadores de un pensamiento
crítico que levantaba como bandera un nuevo mundo, sin ataduras y con hombres y
mujeres libres. Los intereses agro-minero-exportadores vencieron a los grandes
capitanes quienes fueron asesinados o desterrados, sin excepción.
El siglo XIX (hispano) americano se redujo a un pensamiento
anquilosado, escolástico y euro-céntrico. Debajo de esa capa se encontraba el
pensamiento de una sociedad inquieta y de una juventud rebelde. Hizo su
aparición en la Universidad de Córdoba en 1918. Según el sociólogo argentino,
Juan Carlos Portantiero, más que un expresión universitaria, los estudiantes
eran portadores de una sociedad que exigía una ‘reforma social’. Los estamentos
populares y las capas medias estaban cansados de los viejos esquemas basados en
valores de origen colonial. La Primera Guerra Mundial sacudió las estructuras
socio-económicas de la región interrumpiendo el sistema agro-minero exportador.
La crisis le permitió a los sectores productivos competir por el poder y
presentar sus ideas en un plano nacional. Los gremios empresariales, los
sindicatos obreros y los estudiantes universitarios se lanzaron sobre el orden
establecido para transformar la sociedad.
La Reforma Universitaria de Córdoba le abre camino al
pensamiento crítico que plantea la necesidad de que todos los sectores sociales
sean más creativos. José Carlos Martíategui, en Perú, recoge este mensaje y lo
elabora al plantear una revolución que surja de las mismas raíces de los
pueblos de la región. Se enfrenta a las tesis euro-céntricas incorporando
elementos novedosos a las tesis revolucionarias de la época. Igualmente, en
Cuba, el pensamiento crítico de xx Mella deja sus semillas a pesar de ser
asesinado a muy temprana edad. Incluso, en Panamá, el líder socialista Demetrio
Porras es influenciado por el movimiento estudiantil generado por Córdoba.
Porras plantea la alianza obrero campesina como fórmula para alcanzar el poder.
Lo que tienen en común estos tres pensadores, así como
muchos otros, es la necesidad de romper con las ideas coloniales que sirven de
cadenas, amarrando a la sociedad a estructuras anquilosadas. Este mismo
espíritu fue el que embargó a los sectores más ‘críticos’ de la clase pensante
panameña al fundar la Universidad de Panamá, en 1935, venciendo la oposición de
los sectores conservadores atrincherados en las instituciones más rezagadas del
país. De una vez, los estudiantes panameños bebiendo del ejemplo de Córdoba
exigieron la autonomía universitaria y el co-gobierno. Los estudiantes
panameños encabezaron rapidamente las demandas nacionalistas que exigían la
evacuación de toda presencia norteamericana en el istmo. Una generación más
tarde – en 1964 – la ofensiva estudiantil alteró la correlación de fuerzas
sociales en el país marcando el principio del fin del semi-colonialismo militar
de EEUU en Panamá.
Cien años más tarde, la Reforma Universitaria de Córdoba,
tiene otras lecciones que debe compartir con las nuevas generaciones. En la
actualidad, la juventud se enfrenta a un enemigo implacable que quiere acabar
con toda expresión del pensamiento crítico, creativo y rebelde. Por todos lados
aparece la contraofensiva del pensamiento tradicional. Se presenta disfrazada
en la consigna de ‘pensamiento único’, propio del ‘fin de la historia’. Quieren
eliminar el pensamiento crítico de la juventud y el legado de Córdoba, que
reclama la solidaridad y el cambio social.
21
de junio de 2018.
No comments:
Post a Comment