Wednesday, September 26, 2018

El eslabón más débil en la guerra entre China y EEUU



La reacción agresiva de EEUU contra Panamá, El Salvador y República Dominicana tiene que ver con la guerra comercial declarada por Washington contra China. Además, tiene que ver con el interés de la potencia norteamericana de desestabilizar los gobiernos latinoamericanos. El presidente Donald Trump aumentó unilateralmente los aranceles a productos chinos que entran al mercado norteamericano. Esta medida fue rechazada por China, los grandes industriales norteamericanos y el resto del mundo. El próximo año los consumidores norteamericanos sentirán la medida en sus bolsillos.
EEUU también alimenta un conflicto territorial con Pekín sobre el Mar del Sur de China. Desde la incursión inglesa en esa área de intenso comercio regional en el siglo XIX y el triunfo norteamericano en la II Guerra Mundial (1945) esas aguas le eran vedadas a los chinos. En el siglo XXI, Pekín quiere recuperar su soberanía sobre ese mar propio. Para sumar ofensivas, EEUU acaba de imponer sanciones a la empresa Equipment Development Department (EDD) -responsable de las armas y el equipo del Ejército chino - y a su director, Li Shangfu - por haber comprado armamento a la firma estatal (rusa) Rosoboronexport, la mayor exportadora de armamento, que anteriormente había sido sancionada por Washington.
Estos puntos constituyen el contexto en el cual EEUU da a conocer su amenazante comunicado que genera preocupación en la región latinoamericana.
EEUU acusa a “los países en la región” de buscar “relaciones con socios desconocidos”, que usan “métodos (que) carecen de un record positivo” y tienen una “tendencia perturbadora”. El comunicado de Washington agrega que “muchas de estas transacciones carecen de transparencia”. A pesar de la ambigüedad y falta de transparencia del comunicado, queda claro que EEUU pretende crear zozobra en la región por sus relaciones con China. 
EEUU se arroga el derecho de “prevenir y combatir la corrupción” en América latina. Las acciones que pueda tomar Washington “es esencial para tener democracias fuertes y funcionales en todo el continente americano”. El comunicado fue emitido por la embajada de EEUU en El Salvador. Por alguna razón que desconozco no se emitió por el Departamento de Estado en Washington. Sin embargo, es una clara adenda a la Doctrina Monroe promulgada hace 200 años.
En su estrategia intervensionista, EEUU hace énfasis en el ‘combate a la corrupción’. No es casualidad que logró enjuiciar a Lula en Brasil por acusaciones infundadas de corrupción. Igual está haciendo con gobernantes antiguos en Argentina y Ecuador. Pretende hacer lo mismo con los presidentes en funciones de Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Todos en su momento han cuestionado las políticas arbitrarias de EEUU. La respuesta ha sido rápida y contundente por parte de Washington.
Es un mensaje claro a los partidos políticos gobernantes de los tres países del área centroamericana y del Caribe. Especialmente el FMLN que ha mantenido un equilibrio muy difícil entre sus políticas sociales y sus relaciones con EEUU durante dos períodos. Con una clara mayoría electoral en El Salvador, el ex - ejército guerrillero tiene las manos atadas por Washington. La conexión china puede darle a los intereses más retrógrados en EEUU la oportunidad para iniciar una campaña desestabilizadora similar a la promovida en Nicaragua.
En el caso de Panamá, el presidente Varela respondió que la decisión de Trump de llamar a consultas a los diplomáticos "son temas internos del Gobierno de EEUU" y que Panamá respeta y aseguró que la relación con China va a traer muchos beneficios al istmo y en nada va a afectar la relación con un socio estratégico. Varela le recuerda al gobierno norteamericano que las relaciones con China no pretenden desconocer la relación especial que Panamá tiene con EEUU.
El problema de fondo que explica la ‘guerra comercial’ y la diplomacia agresiva de Washington hay que buscarlo dentro de EEUU.  El estancamiento económico ha generado problemas políticos internos que se traducen en fenómenos – incomprensibles para muchos - como Trump. Las protestas sociales con ribetes clasistas y racistas aparecen cada vez con más fuerza. Estos fenómenos se traducen en una crisis de hegemonía del establishment que perdió la Casa Blanca y quiere evitar el colapso de su proyecto de ‘globalización’. 
China forma parte del proyecto de ‘globalización’ del establishment. Es el motor de la economía capitalista mundial que es aceitada por quienes controlan las finanzas a escala global. Trump representa, en cambio, al sector del capital norteamericano que quiere concentrar la industria en EEUU y habla de ‘hacer América grande otra vez’. Para el inquilino de la Casa Blanca el enemigo es China. En cambio, el amigo es Rusia.
En este juego geopolítico fueron atrapados los eslabones más débiles de América latina: Panamá, República Dominicana y El Salvador.
27 de septiembre de 2018.


Wednesday, September 19, 2018

Los pilares y las fronteras de Laurentino ‘Nito’ Cortizo


 Las primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD) arrojaron como candidato a la Presidencia de la República a Laurentino ‘Nito’ Cortizo. Las elecciones generales que se realizarán en mayo de 2019 ya cuentan con dos candidatos a la Presidencia. El otro es Rómulo Roux del Partido Cambio Democrático (CD). Se esperan dos primarias adicionales, el del Partido Panameñista y el del Frente Amplio por la Democracia (FAD).
El PRD cumplió con el mandato legal de seleccionar sus candidatos a elección popular a través de una consulta a sus 500 mil adherentes. Mas de la mitad de los ‘perredistas’ salieron a las urnas. Cortizo ganó con un cómodo 66 por ciento de los votos. Su fuerte se concentró en las provincias centrales donde triunfó con más del 70 por ciento de los sufragios. El candidato fue ministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y sirvió dos períodos en la Asamblea de Diputados.
En su discurso que culminó la jornada electoral, Cortizo presentó varias ideas interesantes para no decir originales. Anunció que a partir de octubre comenzaría a elaborar su programa de trabajo gubernamental mediante la consulta a todos los sectores del país. A pesar de ello, mencionó lo que llamó sus ‘Cuatro Pilares’ y también la ‘Sexta Frontera’.
Los cuatro pilares están basados en, primero, la eliminación de la corrupción. En segundo lugar, “un nuevo orden constitucional”. Tercero, el combate a la pobreza y la desigualdad y , por último, una economía que “genere empleo”. Los objetivos suenan muy bien. Además, suenan muy familiares. Es la ‘promesa’ que hacen todos los políticos cuando aspiran a un puesto de elección popular.  Ningún político, empero, quiere atacar las causas de los males que promete erradicar
Por ejemplo, para enfrentar la corrupción promete ‘el buen gobierno’. Este se basa en ocho promesas: la verdad, la planificación, la priorización, la ejecución con eficiencia y transparencia, la inversión privada, la generación de empleo, respeto de la separación de poderes (del gobierno) y de la oposición y reformar la ley de contrataciones públicas. Ninguno de estos planteamientos es viable si no se conocen y atacan sus causas. Esto se sabe desde la invasión militar norteamericana hace casi 30 años.
Con Endara en 1990 (el Plan Ford) y después con Pérez Balladares en 1994 (el Plan Chapman) se instauraron las políticas neoliberales de privatización, desregulación y flexibilización de la fuerza de trabajo. Si estas no se erradican, o por lo menos se reforman, no se puede poner en práctica las promesas de Cortizo y, de paso, erradicar la corrupción.
El segundo pilar, se refiere a “un nuevo orden constitucional” que garantice la independencia de los órganos de control y represión. No propone una Asamblea constituyente para refundar la República. En cambio, sugiere algunas reformas a la Carta Magna.
Para combatir la pobreza y la desigualdad (tercer pilar), propone una “educación de calidad”, un sistema de salud centrado en políticas preventivas y sostenibles, así como un nuevo modelo de seguridad basado en la prevención. A estos tres objetivos, agrega un programa ‘Nuevo Amanecer’ dirigido especialmente a las mujeres. Quizás este pilar es el más débil de todos, en la medida en que no menciona las causas del colapso de los programas de salud, educación, seguridad y el desastre causado por las políticas neoliberales a la seguridad social.
El último pilar se refiere a “una economía competitiva que genere empleo”. La palabra competitiva nos dice que no pretende abandonar las políticas neoliberales que han acabado con el país. El gobierno se dedicará a ‘pagar cuentas’ sobre la base de los ingresos del fisco gracias a la posición geográfica del país. Insinúa que promoverá las compras de productos nacionales “para escuelas y hospitales”. Se olvida que hay que reconstruir el mercado nacional para los productores agrícolas.
Producto de una buena imaginación, Cortizo está planteando un proyecto para combatir la pobreza y la desigualdad con el nombre de la ‘Sexta Frontera’. Haciendo alusión a la ‘Quinta Frontera”, que en el siglo XX el general Torrijos acuñó para referirse a la desaparecida Zona del Canal de Panamá, el candidato a la Presidencia del PRD quiere lanzar una cruzada para poner fin a la pobreza y a la desigualdad. ¿Pretenderá emular al general Torrijos, enfrentando a EEUU y al poder económico local, para lograr su objetivo? Tendría que aliarse con los sectores populares del país y buscar apoyo político internacional.
20 de septiembre de 2018.                

Wednesday, September 12, 2018

Panamá y China: Los retos del siglo XXI


La Universidad de Panamá inauguró esta semana un seminario sobre el futuro de las relaciones entre Panamá y la República Popular de China. La actividad contempla 20 conferencias de especialistas sobre China y la participación del embajador de la República Popular, Wei Qiang. El seminario fue organizado por el Departamento de  Sociología, se inició el lunes pasado y culminará mañana viernes.

La actividad coincide con el anuncio desconcertante de Washington de llamar para consultas a la encargada de negocios, a.i., de su país en Panamá en señal de protesta tardía por la decisión del gobierno del presidente Varela de establecer relaciones diplomáticas con la R.P. de China y poner fin a los vínculos con Taiwán. Esto ocurrió en junio de 2017. Hace casi cuarenta años, EEUU rompió relaciones con Taiwán cuando reconoció a Pekín en 1979. Washington también encabezó, en aquel entonces, un movimiento que expulsó a Taiwán (que todavía usa el nombre de República de China) de la ONU y de su Consejo de Seguridad,
En el Salón de Profesores de la Facultad de Humanidades, atiborrado de universitarios, el embajador Wei se dirigió a estudiantes y profesores para expresarles su interés en conocer mejor a Panamá y que los jóvenes panameños hagan lo mismo con respecto a China. Señaló que desconocía los motivos por los cuales EEUU está molesto con Panamá. El país centroamericano actuó con todo respeto y sin poner en peligro la estabilidad política en la región. No se refirió a la parte del comunicado del Departamento de Estado que alega que Pekín quiere provocar problemas entre Taiwán y países de la región latinoamericana.
El embajador explicó porque China no ha suscrito el Tratado de Neutralidad del Canal de 1977 entre Panamá y EEUU. Señaló que ese acuerdo fue suscrito por Taiwán, poco después de que lo firmaran el general Omar Torrijos y el presidente Jimmy Carter (de EEUU). Pekín tiene una política muy estricta en lo que se refiere a la provincia rebelde de Taiwán que - bajo protección de EEUU - se mantiene actuando como si fuera un país soberano. Mientras Taiwán aparezca entre los suscriptores del Tratado, China Popular no lo puede firmar. En 1977 Panamá y EEUU firmaron dos tratados. El primero, sobre la transferencia del Canal a Panamá que, en la actualidad, es administrado por el gobierno panameño. El segundo, sobre la Neutralidad, que no tiene fecha de terminación.
Según el embajador Wei, la República Popular privilegia cinco áreas en sus relaciones con Panamá. El primero es establecer una “relación estratégica” que beneficie a los dos países. Segundo, que exista una relación de respeto mutuo (por ejemplo, que se acepte el principio de “una sola China”). Tercero, que se desarrolle una cooperación en el campo económico. Cuarto, fortalecer la “gobernanza global” (para evitar incidentes como la llamada de la jefe de misión norteamericana en Panamá). Quinto, impulsar el intercambio cultural, para fortalecer la relación entre ambos pueblos.
Durante el seminario se examinó la situación mundial y el rol que desempeñan los dos países desde una perspectiva geopolítica. Los análisis estuvieron a cargo de Leonardo Kam, ex.canciller y quien fuera representante comercial de Panamá en Pekín. Los profesores universitarios, Juan Jované y Julio Yao, se refirieron a la economía y a la política internacional de China, respectivamente. La embajadora Nicole Wong, directora de Política Exterior de la Cancillería, se refirió a los acuerdos alcanzados por los gobiernos de Panamá y China. El embajador y ex ministro de Relaciones Exteriores, Edgar Spence, se refirió a las relaciones entre China y el Caribe. Moisés Carasquilla se refirió a las instituciones políticas y la gobernanza en China.
Hoy jueves, a partir de las 9am, intervendrán los profesores Samuel Pardo y Zuly Aguilar, así como el especialista de la Ciudad del Saber, Gabino Ayarza. El director del Instituto Confucio en Panamá, Dong Wang, también hablará haciendo referencia a la política educativa global de China.
Mañana viernes, a la misma hora, harán uso de la palabra Oscar Terán de la ACP, Rodolfo Sabonge, del Instituto de Canal, y el profesor Euclides Tapia. Este último y el suscrito analizarán la importancia de la Ruta de la Seda para América latina. Al final se realizará un conversatorio entre todos los asistentes sobre los retos del siglo XXI, dirigido por el profesor Néstor Mathieu, director del Departamento de Sociología y coordinador del Seminario.
13 de septiembre de 2018.

Thursday, September 6, 2018

La audacia en el pensamiento marxista de Samir Amín



El gran pensador social, Samir Amín, ha fallecido. Las ciencias sociales han perdido tres figuras insustituibles en el presente año. Primero, el brasileño Theotonio dos Santos, quien inspiró a muchos a estudiar el sistema mundial desde una perspectiva radical. Le siguió Aníbal Quijano, el peruano, quien planteó la ‘revolución cultural’ para darle a los pueblos de la región latinoamericana su propia identidad. Samir Amín era egipcio pero se encontraba muy cómodo trabajando con los sociólogos latinoamericanos.
Antes de su muerte, Samir Amín fue entrevistado por Rubén Ramboer. De esa entrevista queremos rescatar tres líneas sobre las cuales desarrolla su obra Samir. En primer lugar, el papel de la audacia en el trabajo de los científicos sociales. En realidad, la audacia tiene que estar presente en toda iniciativa que pretende ser significativa. Más aun, la audacia es un ingrediente imprescindible para superar las contradicciones sociales.
Samir Amín se identifica como marxista. ¿Qué es ser marxista teniendo en cuenta que Carlos Marx escribió sus grandes obras hace 150 años? Según Samir, “ser marxista, es partir de dos grandes contribuciones elaboradas por Marx. En primer lugar, la crítica de la realidad. Pero la realidad situada en su época”. Es decir, en la actualidad. No podemos criticar algo que ya pasó o que se sitúa en un futuro desconocido. Señala, además, que “aunque el capitalismo ya no es lo que era, sigue siendo fundamental la crítica del capitalismo”. En segundo lugar, “la crítica de la imagen ideológica del capitalismo. Es decir, de la teoría económica y del economismo”. La ideología de los capitalistas ha creado un conocimiento falso de la realidad: el economismo que proclama el ‘fin de la historia’ y la existencia para siempre de relaciones sociales de esclavitud (asalariada).
Sobre estas dos grandes contribuciones elaboradas por Marx, hay casi un consenso sobre la definición actual del marxismo. Samir Amín da un paso adicional que asusta a no-marxistas y neomarxistas. Dice que “ser marxista significa necesariamente ser comunista. Marx no disociaba la teoría de la práctica, de la participación en la lucha por la emancipación de los trabajadores y los pueblos. También significa ser un comunista internacionalista. No es posible cambiar el mundo olvidando a la mayoría de los pueblos, especialmente a los de la periferia”. No queda claro que es ser comunista. Samir Amín aclara que significa estar dispuesto a ‘cambiar el mundo’. Inmensa tarea.
Samir habla de ser “neo-marxista”, algo que está de moda en algunos círculos. ¿Se puede ser un nuevo marxista, con nuevas ideas tomadas del pensador alemán del siglo XIX? Los neo-marxistas, dice Samir, “quieren romper con el marxismo histórico. Quieren ir más allá de Marx. (No soy neo-marxista), tampoco me considero “paleomarxista”, es decir, alguien que sostiene de manera incondicional el marxismo histórico, alguien que se convierte en sacerdote del marxismo, que sólo conoce los textos sagrados y los comenta sin fin. Leyendo entre líneas, tratan de encontrar respuestas a los problemas actuales que no se planteaban en aquel momento.
Samir Amín también se refiere a China y su aparición en el escenario mundial como nueva potencia industrial. La presencia explosiva del viejo Imperio Celestial ha trastocado la correlación de fuerzas internacional. Poco a poco, ha trasladado el centro del sistema capitalista mundial del Atlántico norte hacia la cuenca del Pacífico.
Según Samir, “estamos en un momento histórico en el que la izquierda radical debe ser audaz. Me refiero a la izquierda que está convencida de que el sistema capitalista debe ser superado en su esencia. En el Norte, existen las condiciones objetivas para aislar el capital monopolista, que ejerce su poder también gracias a su clero político y mediático. Esto podría comenzar por una alianza política – no una alianza electoral – y social, que incluyese a la gran mayoría. En las periferias, la audacia consistiría en la formación de un bloque histórico alternativo anticomprador” (anti-rentista).
En este punto, Samir se situa en el medio del gran debate sobre China. Estará Pekín contribuyendo a la construcción de un mundo nuevo o se estará integrando a la visión global de los centros financieros de Occidente. Según Samir, “los países emergentes, especialmente China, están en el proceso de de-construir los monopolios. Para hacer frente a esto los chinos han escogido financiar la muerte lenta de EEUU apoyando a su déficit. La muerte repentina de un animal de este tipo sería demasiado peligrosa”.
6 de agosto de 2018.