Hace 29
años, el 20 de diciembre de 1989, EEUU desató lo que sus mandos llamaron una
“guerra total” contra Panamá. El ataque fue desproporcionado e innecesario,
según los expertos militares. La respuesta panameña fue mínima ante el poderío
bélico norteamericano. El capitán Eliécer Gaitán relata como algunos batallones
resistieron la invasión, con un costo muy alto en vidas de jóvenes combatientes
panameños. Los invasores dominaban el espacio aéreo y el mar, sin capacidad de
respuesta de los efectivos panameños.
“En Tocumen, según Gaitán, se realiza el primer choque
entre ‘Los Pumas’ y los paracaidistas
de la 82 División del Ejército de EEUU con armas antiaéreas y ametralladoras
12.5. Ante la resistencia de los combatientes panameños, el Ejército
invasor desplaza su asalto de paracaidistas hacia el norte. Después de ese
primer enfrentamiento, un grupo de combatientes se desplaza al área de Panamá
Viejo, Cuartel de la Unidad Especial Anti-Terror (UESAT), al mando del capitán
Garrido. Los comandos a cargo de Garrido enfrentaron el desembarco y el ataque
de los helicópteros Black Hawk. La resistencia y los combates se extienden
durante toda la madrugada e impiden que el Ejército de EEUU avance. Los
aviones ejecutan una acción de bombardeo aéreo en apoyo de un desembarco
anfibio de paracaidistas. El fuego aéreo masivo neutraliza el contra-ataque de
los panameños”.
El relato de Gaitán describe como “a lo largo de la madrugada, el Ejército de EEUU mantuvo el fuego aéreo y extendió el tiempo del desembarco anfibio, que estaba empantanando ante la resistencia de la UESAT. Como no se pueden tomar el cuartel de Panamá Viejo, deciden destruirlo. Las fuerzas anfibias norteamericanas no habrían podido culminar con éxito el desembarco, sin el aplastante apoyo del fuego aéreo de los helicópteros”.
Gaitán señala que “en el aeropuerto de Paitilla el 20, los comandos especiales panameños, emplazaron francotiradores en apoyo a las unidades que defendían los hangares militares. Se logró frenar el avance de las unidades SEALS que estaban desembarcando. En el primer contacto, los panameños le causan bajas al Ejército de EEUU. Esto hace que se detenga el desembarco y el ataque terrestre e inicie el bombardeo masivo en el área del cuartel de Paitilla”.
”En la avenida Balboa, alrededor de las 3 de la mañana, un comando panameño de seis hombres, con un RPG-18 y un RPG-7, atacan con armas automáticas y armas antitanques las instalaciones de la Embajada de EEUU, defendida por un pelotón de 30 a 50 infantes de marina, apoyados por blindados y unidades de la Policía Militar. Cuando el comando ataca las instalaciones de la sede diplomática, los miembros del Ejército ofrecen resistencia, pero no logran evitar que sean alcanzados e incendiados los blindados. El ataque del comando panameño provoca que las unidades norteamericanas se replieguen y le dejen el trabajo y la confrontación a las unidades aéreas. El comando panameño se moviliza entonces hacia al sector de Santa Ana y Calidonia, en camino al Cuartel Central, para apoyar a otros combatientes en el barrio de El Chorrillo”.
”Al amanecer del 20 de diciembre, según Gaitán, se hizo un primer balance, donde se estableció que el Ejército invasor hizo un anillo en forma de ocho alrededor de la ciudad de Panamá, pero todavía no había avanzado más allá de Tocumen. Ante eso, se tomó la decisión de moverse poco y mantener las posiciones durante el día, para tratar de atacar el perímetro del cerco. La noche del 20 de diciembre, desde el patio del Instituto Nacional, se atacó con fuego de mortero de 82 milímetros y RPG-7, al área de Quarry Heights, donde estaba la jefatura de operaciones del Comando Sur de EEUU. En el operativo participaron ocho hombres. En el área existía una casa de seguridad con armamentos que pertenecían a las Fuerzas Especiales con mandos clandestinos. El armamento se encontraba en un sitio ubicado detrás del Ancon Inn, ubicado en la avenida de los Mártires. El bombardeo fue exitoso porque se hizo con mucha precisión... era un ataque simbólico al corazón del enemigo. El daño que se hizo fue mas bien a las instalaciones de superficie, pero era una de las respuestas a la violación de EEUU a Panamá, a los Tratados de Ginebra y en contra del pueblo panameño”.
El relato de Gaitán describe como “a lo largo de la madrugada, el Ejército de EEUU mantuvo el fuego aéreo y extendió el tiempo del desembarco anfibio, que estaba empantanando ante la resistencia de la UESAT. Como no se pueden tomar el cuartel de Panamá Viejo, deciden destruirlo. Las fuerzas anfibias norteamericanas no habrían podido culminar con éxito el desembarco, sin el aplastante apoyo del fuego aéreo de los helicópteros”.
Gaitán señala que “en el aeropuerto de Paitilla el 20, los comandos especiales panameños, emplazaron francotiradores en apoyo a las unidades que defendían los hangares militares. Se logró frenar el avance de las unidades SEALS que estaban desembarcando. En el primer contacto, los panameños le causan bajas al Ejército de EEUU. Esto hace que se detenga el desembarco y el ataque terrestre e inicie el bombardeo masivo en el área del cuartel de Paitilla”.
”En la avenida Balboa, alrededor de las 3 de la mañana, un comando panameño de seis hombres, con un RPG-18 y un RPG-7, atacan con armas automáticas y armas antitanques las instalaciones de la Embajada de EEUU, defendida por un pelotón de 30 a 50 infantes de marina, apoyados por blindados y unidades de la Policía Militar. Cuando el comando ataca las instalaciones de la sede diplomática, los miembros del Ejército ofrecen resistencia, pero no logran evitar que sean alcanzados e incendiados los blindados. El ataque del comando panameño provoca que las unidades norteamericanas se replieguen y le dejen el trabajo y la confrontación a las unidades aéreas. El comando panameño se moviliza entonces hacia al sector de Santa Ana y Calidonia, en camino al Cuartel Central, para apoyar a otros combatientes en el barrio de El Chorrillo”.
”Al amanecer del 20 de diciembre, según Gaitán, se hizo un primer balance, donde se estableció que el Ejército invasor hizo un anillo en forma de ocho alrededor de la ciudad de Panamá, pero todavía no había avanzado más allá de Tocumen. Ante eso, se tomó la decisión de moverse poco y mantener las posiciones durante el día, para tratar de atacar el perímetro del cerco. La noche del 20 de diciembre, desde el patio del Instituto Nacional, se atacó con fuego de mortero de 82 milímetros y RPG-7, al área de Quarry Heights, donde estaba la jefatura de operaciones del Comando Sur de EEUU. En el operativo participaron ocho hombres. En el área existía una casa de seguridad con armamentos que pertenecían a las Fuerzas Especiales con mandos clandestinos. El armamento se encontraba en un sitio ubicado detrás del Ancon Inn, ubicado en la avenida de los Mártires. El bombardeo fue exitoso porque se hizo con mucha precisión... era un ataque simbólico al corazón del enemigo. El daño que se hizo fue mas bien a las instalaciones de superficie, pero era una de las respuestas a la violación de EEUU a Panamá, a los Tratados de Ginebra y en contra del pueblo panameño”.
El que quiere leer el testimonio completo del capitán
Gaitán puede consultar los periódicos Marcha (Montevideo) y La Jornada
(México).
20 de diciembre de 2018.
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