Wednesday, December 26, 2018

‘Criminalización’ de la protesta marca fin de 2018


La gestión del presidente Juan Carlos Varela, inaugurada a mediados de 2014, llegó a su punto más bajo al finalizar 2018 cuando decidió reprimir las protestas de los productores agrícolas y, además, criminalizar sus manifestaciones. Todos los gobiernos panameños desde la invasión de EEUU (1989) han intentado acabar con el sector agropecuario. Primero, reduciendo los aportes oficiales al sector. Segundo, especulando con el trabajo de los agricultores. Tercero, firmando un tratado de ‘libre comercio’ con EEUU que destruyó directamente el agro panameño. En 20 años el sector casi ha desaparecido, contribuyendo - actualmente - al PIB apenas el 1.5 por ciento del total.

El tratado firmado con EEUU responde a la política exterior de este país que – a escala mundial - pretende eliminar toda competencia. Washington le dice a Panamá que sólo produzca piña, banano y sandía – entre otros productos tropicales – y que los exporte a países como Portugal y Bélgica. Mas encima, Panamá le paga a los gobiernos de EEUU e Israel para que le asesore a realizar la transformación de productores de arroz a piña. Todos los proyectos han fracasado.
En Panamá existe un mercado nacional consumidor de arroz, maíz, cebolla, vegetales y muchos otros rubros al cual el productor panameño le ha sido prohibido vender. En la actualidad, el rico mercado de la zona de tránsito del Canal de Panamá (las ciudades de Panamá, Colón, Arraiján, La Chorrera y San Miguelito) consumen productos agrícolas importados en desmedro de los panameños.
La política social de Panamá se encuentra en un espiral descendente desde hace dos décadas. La criminalidad, la desigualdad social y el abandono de los servicios básicos se hacen cada vez más notorios. El crecimiento económico – impulsado por la entrega del Canal de Panamá al gobierno nacional (2000) y la ampliación de la vía acuática (2008-2014) – tuvo un auge sostenido entre 2005 hasta 2016. Sin embargo, este año, al igual que el anterior, la tasa de crecimiento del PIB comenzó a perder fuerza. El gobierno no tiene planes para enfrentar el dilema y los partidos políticos se encuentran totalmente ajenos a la realidad nacional.
La Autoridad del Canal de Panamá (ACP) anunció que tiene un conjunto de iniciativas para generar ingresos adicionales a los peajes que le cobra a los barcos que pasan por la vía. Las instalaciones portuarias en el entorno del Canal se han convertido en los más importantes de la región latinoamericana pero debido a los contratos que firmaron con los gobiernos de turno no estimulan al resto de la economía.  Igual ocurre con la Minera Panamá (de propiedad sudafricana) - que asegura que ha invertido 6 mil millones de dólares y comenzará en 2019 a exportar cobre – que no aporta a la dinámica económica del país. De paso ha contaminado una región de aproximadamente mil kilómetros cuadrados en el medio del corredor ecológico mesoamericano.
El gobierno (y los partidos de la oposición) tienen un ‘as’ en la manga que se llama China. Desafortunadamente, no saben en cual de las dos mangas está y, si supieran, no saben como jugarla en el complicado tinglado geo-político que caracterizan las relaciones con la República Popular de China. No hay estrategia ni plan para incorporar a China al desarrollo de Panamá. Los chinos quieren una plataforma (‘hub’ es la palabra favorita de nuestros especuladores) para proyectar su comercio en toda la región. ¿Qué propone Panamá? La respuesta del presidente Varela es que los chinos saben lo que quieren y sabrán qué hacer. ¿Y Panamá?
Por otro lado, no hay plan para incorporar a China como mercado para los productores panameños. Hay que trabajar con urgencia para definir una estrategia. Sabemos que pasó en 1821 y en 1903. Que no se repita la experiencia que nos legaron los próceres en el siglo XXI.
Los productores agrícolas panameños están haciendo historia y los gobernantes no quieren escuchar el mensaje. No hay que condenar a los manifestantes a largas penas de cárcel. Hay que trabajar con ellos para producir un mejor país. Los agricultores reprimidos le escribieron al papa Francisco quien visitará Panamá en enero de 2019. Le recordaron su mensaje donde aparece “la figura del agricultor y la relación entre su trabajo y los beneficios por los que se esfuerza”.  Los pequeños agricultores son esenciales. Francisco invitó a la movilización, ‘para que los pequeños agricultores reciban una remuneración justa por su precioso trabajo’.
27 de diciembre de 2017.


Thursday, December 20, 2018

Muchos jóvenes panameños sacrificaron sus vidas


Hace 29 años, el 20 de diciembre de 1989, EEUU desató lo que sus mandos llamaron una “guerra total” contra Panamá. El ataque fue desproporcionado e innecesario, según los expertos militares. La respuesta panameña fue mínima ante el poderío bélico norteamericano. El capitán Eliécer Gaitán relata como algunos batallones resistieron la invasión, con un costo muy alto en vidas de jóvenes combatientes panameños. Los invasores dominaban el espacio aéreo y el mar, sin capacidad de respuesta de los efectivos panameños.
“En Tocumen, según Gaitán, se realiza el primer choque entre ‘Los Pumas’ y  los paracaidistas de la 82 División del Ejército de EEUU con armas antiaéreas y ametralladoras 12.5. Ante la resistencia de los combatientes panameños, el Ejército invasor desplaza su asalto de paracaidistas hacia el norte. Después de ese primer enfrentamiento, un grupo de combatientes se desplaza al área de Panamá Viejo, Cuartel de la Unidad Especial Anti-Terror (UESAT), al mando del capitán Garrido. Los comandos a cargo de Garrido enfrentaron el desembarco y el ataque de los helicópteros Black Hawk. La resistencia y los combates se extienden durante toda la madrugada e impiden que el Ejército de EEUU avance. Los aviones ejecutan una acción de bombardeo aéreo en apoyo de un desembarco anfibio de paracaidistas. El fuego aéreo masivo neutraliza el contra-ataque de los  panameños”.
El relato de Gaitán describe como “a lo largo de la madrugada, el Ejército de EEUU mantuvo el fuego aéreo y extendió el tiempo del desembarco anfibio, que estaba empantanando ante la resistencia de la UESAT. Como no se pueden tomar el cuartel de Panamá Viejo, deciden destruirlo. Las fuerzas anfibias norteamericanas no habrían podido culminar con éxito el desembarco, sin el aplastante apoyo del fuego aéreo de los helicópteros”.
Gaitán señala que “en el aeropuerto de Paitilla el 20, los comandos especiales panameños, emplazaron francotiradores en apoyo a las unidades que defendían los hangares militares. Se logró frenar el avance de las unidades SEALS que estaban desembarcando. En el primer contacto, los panameños le causan bajas al Ejército de EEUU. Esto hace que se detenga el desembarco y el ataque terrestre e inicie el bombardeo masivo en el área del cuartel de Paitilla”.
”En la avenida Balboa, alrededor de las 3 de la mañana, un comando panameño de seis hombres, con un RPG-18 y un RPG-7, atacan con armas automáticas y armas antitanques las instalaciones de la Embajada de EEUU, defendida por un pelotón de 30 a 50 infantes de marina, apoyados por blindados y unidades de la Policía Militar.  Cuando el comando ataca las instalaciones de la sede diplomática, los miembros del Ejército ofrecen resistencia, pero no logran evitar que sean alcanzados e incendiados los blindados. El ataque del comando panameño provoca que las unidades norteamericanas se replieguen y le dejen el trabajo y la confrontación a las unidades aéreas. El comando panameño se moviliza entonces hacia al sector de Santa Ana y Calidonia, en camino al Cuartel Central, para apoyar a otros combatientes en el barrio de El Chorrillo”.
”Al amanecer del 20 de diciembre, según Gaitán, se hizo un primer balance, donde se estableció que el Ejército invasor hizo un anillo en forma de ocho alrededor de la ciudad de Panamá, pero todavía no había avanzado más allá de Tocumen. Ante eso, se tomó la decisión de moverse poco y mantener las posiciones durante el día, para tratar de atacar el perímetro del cerco. La noche del 20 de diciembre, desde el patio del Instituto Nacional, se atacó con fuego de mortero de 82 milímetros y RPG-7, al área de Quarry Heights, donde estaba la jefatura de operaciones del Comando Sur de EEUU. En el operativo participaron ocho hombres. En el área existía una casa de seguridad con armamentos que pertenecían a las Fuerzas Especiales con mandos clandestinos. El armamento se encontraba en un sitio ubicado detrás del Ancon Inn, ubicado en la avenida de los Mártires. El bombardeo fue exitoso porque se hizo con mucha precisión... era un ataque simbólico al corazón del enemigo. El daño que se hizo fue mas bien a las instalaciones de superficie, pero era una de las respuestas a la violación de EEUU a Panamá, a los Tratados de Ginebra y en contra del pueblo panameño”. 
El que quiere leer el testimonio completo del capitán Gaitán puede consultar los periódicos Marcha (Montevideo) y La Jornada (México).
20 de diciembre de 2018.

Wednesday, December 12, 2018

La muerte de un presidente: George Bush I


George H.W. Bush fue el cuadragésimo primer (41) presidente de Estados Unidos (1989-1993). Será recordado como el presidente (hubo un total de 12) más anodino del siglo XX de ese país. Todo lo que hacía era mal concebido por un equipo de asesores mediocres, que se encontraban en la Casa Blanca gracias a la popularidad de su predecesor, Ronald Reagan.
Hay dos razones para dedicarle un espacio al que los medios norteamericanos llamaban el ‘wimp’ (debilucho). En primer lugar, por declararle la “guerra total” a Panamá. La aventura militar desatada en diciembre de 1989 le costó la vida a miles de panameños inocentes. En segundo lugar, para entender porque los medios norteamericanos ensalzaron la figura de Bush para contrastar su ‘humildad’ con la arrogancia del actual mandatario, Donald Trump.
Desde su juventud, pasando por sus años de formación política, su paso por la Presidencia, hasta su muerte, siempre fue un instrumento en manos de otros que lo utilizaron para cumplir con las tareas más deleznables. Hijo de una familia arribista cuyo padre se hizo millonario contrabandeando energéticos hacia Alemania durante la segunda guerra mundial, don dinero le permitió mezclarse con la aristocracia de la costa oriental norteamericana. Una anécdota sirve para situar al padre de George – Prescott S. Bush - en su lugar: Antes y durante la Segunda Guerra Mundial (entre 1934 y 1943) manejaba una empresa naviera que alimentaba al gobierno nazi con petróleo texano en barcos que utilizaban la bandera de conveniencia panameña.
El periodista norteamericano, Greg Grandin, define a Bush como ícono del ‘establecimiento WASP’ y represor brutal del Tercer Mundo. “Los servicios funerarios (realizados a principios de diciembre) lo han querido convertir del terrorista que era en un héroe”. La sigla WASP traducida al español quiere decir blanco, anglo-sajón y protestante. Gracias a las conexiones financieras de su padre Prescott, logró convertirse en protegido de los clanes Harriman y Rockefeller que lo atrajo al presidente Richard Nixon quien lo nombró embajador en la ONU, Pekín y finalmente director de la CIA.
Antes de cumplir un año en la Casa Blanca, Bush ordenó la invasión de Panamá. La lista oficial de muertos aún no existe pero se calcula que fueron varios miles. La Iglesia católica celebró una misa campal dándole la bienvenida a los invasores y presentando una lista de poco más de 500 víctimas fatales.
Una agencia de Derechos Humanos de EEUU informó que las fuerzas armadas norteamericanas no respetaron la regla de evitar la pérdida de vidas de no combatientes en áreas residenciales. Todo lo contrario, no se le avisó a la población del bombardeo que se desató sobre la ciudad de Panamá (concentrado en el barrio de El Chorrillo) en la medianoche, poco antes de la Navidad. La Universidad de Panamá reportó 442 explosiones en las primeras 12 horas de la invasión, una bomba cada dos minutos, que destruyeron 4,000 hogares. La Iglesia católica no fue la única que celebró. También salieron a la calle para abrazar a los invasores los miembros de los partidos políticos que recuperaron el poder trepados en los tanques norteamericanos. Todavía siguen en el poder casi 30 años después.
La muerte de Bush se produce en medio de una guerra que está desgarrando el tejido de la oligarquía norteamericana. El presidente Trump - quien cumple en enero dos años en la Casa Blanca - está cuestionando la legitimidad de los oligarcas que han estado guiando a EEUU hacia un objetivo de grandeza global. Los califica de traidores, que quieren entregar las riquezas del país a intereses foráneos, entre ellos europeos y chinos. Los acusa también de promover la inmigración de etnias indeseables a EEUU. Sus ataques los adereza con su popularidad entre los sectores más conservadores del país a quienes suma a los millones trabajadores que se encuentran desempleados o cuyos ingresos han disminuido en los últimos lustros.
La ‘vieja’ oligarquía contra-ataca acusando a Trump de ser inepto para gobernar y de estar en alianza con Rusia para conservar el poder. Durante tres días, los medios levantaron la figura de George Bush I para recordarle al pueblo de EEUU como debe comportarse un buen presidente de EEUU. Hay indicios que la táctica no funcionó y Trump sigue su curso. A sus adversarios políticos sólo les queda el enjuiciamiento (impeachment) para ver si lo pueden desbancar. El mundo espera una reacción del pueblo norteamericano.
13 de diciembre de 2018.

Friday, December 7, 2018

Los retos de López Obrador



Millones de mexicanos presenciaron el discurso del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) en el Zócalo de la ciudad de México. Otros tantos lo siguieron por televisión en el mundo entero. Fue un discurso pausado, enérgico y con un contenido que sacudía a todos los que escuchaban.
Con una voz firme presentó ante el pueblo de México su programa de trabajo (2019-2024) de cien puntos. Repasó cada punto, detallando sus significados, como procedería y de dónde saldrían los fondos para financiar sus iniciativas. Aclaró que cada punto ya había sido consultado con el pueblo tras años de hacer giras por todo el país. Las palabras de AMLO recordaban otros discursos históricos de nuevos mandatarios llamados a transformar no sólo sus países sino también la región latinoamericana.
El 1 de enero de 1959, Fidel Castro pronunciaría su primer discurso en Santiago de Oriente anunciando el programa de la Revolución cubana ya discutido tras tres años de luchas en la Sierra y en las ciudades. El 11 de septiembre de 1970 en Santiago de Chile, Salvador Allende, presentó su programa de gobierno que era de los trabajadores quienes tenían más de medio siglo combatiendo para llevar sus anhelos a la dirección política de ese país. En  4 de febrero de 1999, Hugo Chávez pronunció el discurso que cambió a Venezuela para siempre. América latina avanza. Son avances cualitativos que no se traducirán en bienestar para las grandes mayorías hasta que no se alcance la unidad de todos los pueblos de la región.
Destacamos en resumen lo bueno, lo malo y lo feo del discurso de AMLO. Lo bueno es su decisión de poner fin a la corrupción en México. Comparte con el pueblo que es el problema más serio que tiene ese país. La corrupción, a su vez, es la responsable de la violencia que cobra miles de vidas inocentes al año. También recuperará todas riquezas del subsuelo que fueron entregadas a las corporaciones norteamericana por gobernantes corruptos. Financiará con las riquezas del pueblo de México, hoy robadas por la oligarquía de ese país, los programas de educación, salud y seguridad social.
Lo malo es la pobreza, la desigualdad y la criminalidad. Presentó los programas que comenzará a poner en efecto inmediatamente para reducir la pobreza. Destinará miles de millones de pesos en distribuir recursos en las comunidades y creará nuevas oportunidades de empleos, especialmente, en las fronteras norte y sur. Creará una Guardia Nacional especializada para enfrentar el crimen organizado de mafias mexicano-norteamericanas.
En su discurso dejó entender sin ser explícito, que lo feo es el gobierno de EEUU que no descansará ante impedimento alguno para obstaculizar su programa de cien puntos. También a los Salinas de Gortari y sus asociados que han empantanado a México con políticas neo-liberales con el fin de apropiarse de todas sus riquezas. Tendrá que enfrentarse a los malos gobernantes de la región que – desde la década de 1960 – se oponen a libre determinación de los pueblos. Han usado a la OEA para socavar a los gobiernos de Cuba, Chile, Venezuela y tanto otros, en conspiraciones abiertas junto con EEUU.
AMLO fue cauteloso al abordar el problema de la migración creado por EEUU y llevado a la política electoral por Trump. La economía de EEUU demanda trabajadores que estén dispuestos a laborar por salarios muy inferiores a los pagados legalmente en EEUU. A pesar de ser salarios bajos, son un atractivo para muchos que quieren cruzar la frontera desde hace muchos años. AMLO fue hábil al decirle a Trump que el problema tiene solución si ambos gobiernos cooperan.
Mientras tanto, una poderosa cadena de televisión de EEUU – cercana a Trump - acaba de recomendar que las ‘Caravanas’ se dirijan hacia Panamá para buscar refugio. La diferencia entre Panamá y EEUU es que el primero nunca ha explotado a Honduras como lo ha hecho EEUU. Panamá tampoco ha asesinado a un solo centroamericano, ni ha lanzado bombas sobre su población inocente como lo ha hecho EEUU.
Todos los centroamericanos siempre han sido, son y serán bienvenidos en Panamá. Le toca ahora al pueblo norteamericano asumir una posición valiente y decidida para abrirle las puertas a los centroamericanos. EEUU dice en su propaganda que es el país que ‘acoge a los desvalidos del mundo’. ¡Que lo demuestre ahora con quienes están en su frontera! Aprovechen que AMLO es su aliado.
6 de diciembre de 2018.


Wednesday, November 28, 2018

Los especuladores a la ofensiva en las áreas revertidas



Las comunidades de las áreas revertidas del Canal de Panamá están en pie de guerra. El gobierno ha decidido abrir vastos terrenos a la especulación inmobiliaria para lo cual está ampliando la avenida Omar Torrijos. Desde  que se firmó el tratado del Canal con EEUU en 1977 el país ha estado en un permanente enfrentamiento con los especuladores que quieren hacer negocios con lo que en el siglo XX se llamaba Zona del Canal de Panamá. Los especuladores se encuentran confabulados con los funcionarios públicos del más alto nivel programando negocios de toda clase. No importa si son legales o ilegales. Tampoco si acaban con comunidades, culturas o paisajes. Aún más no les importa si destruyen las fuentes de agua que necesita el Canal de Panamá para funcionar.
Se sumó a la protestas comunitarias la Ciudad del Saber que sufrirá las consecuencias de las arbitrariedades del Ministerio de Obras Públicas que avanza con sus batallones de tractores tumbando todo lo que encuentra en su camino. El presidente de la Ciudad del Saber, Jorge Arosemena, le planteó al gobierno la necesidad de iniciar un diálogo para llegar a un entendimiento. La Ciudad del Saber señala que el proyecto de ampliación de la avenida se inició y se desarrolla en forma ‘poco transparente’ Agrega que ya ha ‘producido una masiva  deforestación en áreas boscosas adyacentes al Canal de Panamá’.
El gobierno insiste en continuar sus proyectos especulativos sin atender las necesidades del país y, específicamente, de las áreas del Canal. Según Arosemena, ‘durante dos años ha estado tratando infructuosamente dialogar  con el MOP para encontrar soluciones que minimizaran los impactos negativos del proyecto’.
La Ciudad del Saber ha interpuesto dos medidas legales para interrumpir el proyecto del gobierno. Por una lado, presentó en agosto un recurso de habeas data y, por el otro, en octubre una acción de amparo de garantías constitucionales. La Ciudad del Saber le hace un llamado al país para que solidarice con su pretensión de salvaguardar sus instalaciones . Las comunidades de las áreas revertidas se encuentran en la misma situación de desprotección al ver como avanzan los planes del gobierno y su ministerio de obras públicas.
Todo indica que quienes llegan al gobierno - sea del partido político que sea – llevan en su programa un punto en tinta invisible que se refiere al saqueo del país. Por un lado, saquean el erario mediante contratos, adendas y sobreprecios. Por el otro, saquean los recursos naturales como son los bosques, incluyendo los que rodean la vía interoceánica, las cuencas y las riquezas minerales. La Minera Panamá, empresa sudafricana-canadiense, comenzará a extraer cobre de Petaquilla y recibirá una subvención de varios miles de millones de dólares. Ya construyó un puerto sobre el Caribe por donde exportará el cobre. El fisco panameño recibirá  20 millones de dólares anualmente..
Las islas y playas se están vendiendo a extranjeros que engañan a los pescadores y campesinos sin que el gobierno haga cumplir las leyes o la Constitución. Esta última dice claramente que las islas y las playas no se pueden vender. El gobierno especula con el desarrollo de una carretera que una a la ciudad de Colón con Bocas del Toro. Igualmente, con las islas del archipiélago de Las Perlas. Todo sin plan que tenga en mente el desarrollo del país. Todas las iniciativas gubernamentales se reducen a hacer negocios con las riquezas del país.
Lo que pareciera ser un problemas aún más serio es la negociación con la R. Popular China de un tratado de libre comercio. ¿Se blindarán los actuales gobernantes, como hicieron otros en el pasado, para sacar beneficios de las inversiones multi-millonarias provenientes de los chinos?
Los vecinos de las comunidades de las áreas revertidas están preparándose para dar la pelea. Creen que pueden enfrentar el gobierno con éxito. Hace 20 años la ARI hizo un plan para el desarrollo de las áreas revertidas. Contempló todos los ángulos para beneficiar un crecimiento armonioso con la naturaleza. También le dio prioridad al sector empresarial para que hiciera inversiones sobre tierras que obtenían a precios muy por debajo del mercado. Los vecinos exigen que se respete el plan de la ARI. No quieren otro plan que beneficiaría aún más a los saqueadores que se aprovecharían de las circunstancias para acabar con las comunidades, los bosques y el Canal de Panamá. Por unos dólares más.
29 de noviembre de 2018.




Las ciencias sociales latinoamericanas en Buenos Aires




Voy en dirección a la Universidad de Buenos Aires, Argentina,  donde participaremos en una mesa redonda sobre la situación de EEUU en esta coyuntura que pareciera muy confusa. También, junto con el grupo de trabajo de Estudios sobre EEUU de CLACSO, presentaremos el quinto libro de una serie que sigue de cerca lo que llamamos la ‘crisis de hegemonía’ de ese país.
La hegemonía es un concepto que se introdujo en los análisis sociológicos y políticos hace cien años. Lenin, el revolucionario ruso, lo utilizaba. Quien desarrolló y profundizó el concepto fue el italiano Antonio Gramsci. Un grupo social dominante tiene hegemonía cuando los demás sectores de una sociedad creen que su pensamiento es universal.
En la actualidad, los sociólogos liberales norteamericanos, los funcionarios de la ‘comunidad de inteligencia’ de EEUU, hasta los corredores de la bolsa de valores de Nueva York, utilizan el concepto para tratar de entender los procesos contradictorios y conflictivos de nuestros tiempos. La ‘crisis de hegemonía’ significa que algo está cambiando en la manera en que vemos y pensamos el mundo. Durante la segunda mitad del siglo XX, EEUU era la potencia hegemónica en el mundo. Tenía la economía capaz de lanzar al mercado - a escala global - mercancías en abundancia, su poderío militar era incontestable, su cultura seducía a todos los que entraban en contacto con su estilo de vida y sus activos financieros estaban presentes en todas las transacciones.  
Los panelistas del grupo van a discutir como EEUU ha perdido algo de su ‘hegemonía’ en los últimos 20 años. Hay 3000 actividades planeadas en la 8ª Conferencia de Ciencias Sociales. CLACSO tiene 100 grupos de trabajo con investigadores de todos los países de la región. Además, la Conferencia está abordando la pobreza, la democracia, los grupos étnicos y la mujer, así como la juventud y la educación. Sería muy largo enumerar todos los temas.
El grupo de trabajo de Estudios sobre EEUU presentará  su quinto libro que lleva como título “EEUU contra el mundo – Trump y la nueva geopolítica”. Analiza las políticas publicas del presidente Trump. El mandatario norteamericano ha sido muy polémico cuando plantea que los esfuerzos por crear un mundo globalizado deben detenerse y, en su lugar, hay que volver a un sistema competitivo de Estados-naciones que velen por sus propios intereses. Es obligatorio incluir en el panel la discusión sobre las recientes elecciones que no le dio ‘carta blanca’ a Trump. Este tendrá que buscar caminos alternativos para lograr sus objetivos.
El debate en torno a EEUU en la Conferencia de CLACSO es un abreboca para la próxima reunión del G-20 en Buenos Aires. Terminando la reunión de los científicos sociales latinoamericanos en la capital argentina, llegarán el presidente Trump y los otros mandatarios del mundo. Entre ellos Xi, Putin y Merkel. Se pronostican serias divergencias entre los líderes mundiales en gran parte debido al nuevo rumbo que le ha dado Trump a la política exterior de EEUU. Por un lado, los europeos sienten que Washington le está cortando el piso, por el otro, los rusos ven cada vez más difícil convertirse en socios de la gran potencia y, además, los chinos todavía no salen de su sorpresa por la declaración de guerra comercial.
En lo que respecta a América latina, Trump levantó la bandera de Monroe que proclama América para los (norte) americanos. No hay espacio para disidencia ni diálogo. Los países que no están de acuerdo con los términos que impone Washington son atacados, aislados y derrocados. Los que resisten lo hacen con dificultades y privaciones, sufriendo las consecuencias de las sanciones. En la cumbre del G-20, los lideres europeos tienen la esperanza que Trump se retracte, en parte, de lo que ellos llaman su nacionalismo. Creen que los resultados electorales recientes lo habrán ablandado un poco. Los rusos por su lado esperan señales de acercamiento. Los chinos, en cambio, aparentemente no tienen apuro. Llegarán al G-20 exhibiendo sus avances sociales y económicos que tiene el mundo asombrado desde hace casi 20 años. ¿Son señales de la pérdida de hegemonía de EEUU? Los europeos no saben que hacer, los rusos no se deciden y China aparenta seguridad en el futuro.
Todo indica que la Conferencia de CLACSO en una primavera que enaltece a Buenos Aires está resultado en un gran éxito.
22 de noviembre de 2018.











Wednesday, November 14, 2018

La cuestión nacional y la globalización


En medio de las luchas internas que ha desatado en su país, en torno a la cuestión nacional, el presidente Donald Trump también se enfrenta a una batería de opositores entre sus antiguos aliados en Europa. Recientemente, Trump se declaró un nacionalista. Su afirmación causó una enorme repulsa de los grupos dominantes del establishment norteamericano que son partidarios de la globalización. Igualmente, conmemorando el centenario del fin de la Gran Guerra, el presidente francés, Emmanuel Macrón, en París, aseguró que ser nacionalista es la antítesis de ser patriota.
Hay, incluso, una tercera posición frente a la cuestión nacional: Son las naciones oprimidas que se enfrentan a las naciones dominantes. En las primeras hay movimientos de liberación nacional o guerras populares que son reprimidos por gobiernos financiados por las naciones opresoras. Obviamente, hay que encontrarle una explicación a estas divergencias en cuanto a la definición de la nación. ¿Qué es la nación?
No es lo mismo una nación oprimida que una nación opresora. Tampoco es igual la nación para un grupo social dominante que para otro grupo dominado. Incluso, hay naciones que compiten entre sí para la dominación de los mercados, territorios y fuerza de trabajo barata de otras naciones. El historiador inglés, John Hobson, lo llamó imperialismo. El imperialismo condujo a la humanidad a un estado bélico permanente hasta nuestros días.
Para simplificar las cosas, podemos decir que cada grupo social, articulado a una forma de organización de la producción de riquezas (la economía), puede tener un proyecto de nación. Los empresarios quieren consolidar su mercado nacional. Los campesinos quieren una nación que les asegure el acceso a la tierra. Los obreros aspiran a una nación que cumpla con sus aspiraciones de equidad y libertad. ¿Cómo puede una sociedad asimilar tantos proyectos? También hay una definición territorial de la nación. Es una definición frágil pero puede servir en coyunturas especiales. Los polacos la utilizaron en su lucha para emerger como nación en el siglo XX. Los catalanes la utilizan en el siglo XXI. En América latina, los grupos sociales se han unido– con mayor o menor éxito – en Panamá, Cuba, Puerto Rico, entre otros - para enfrentar a EEUU en defensa de su proyecto de nación.
En la actualidad, en EEUU, el presidente Trump ha levantado la bandera del nacionalismo para defender un proyecto que fue legitimado en el siglo XIX. Los ‘barones’ de la gran industria después de la conquista de todo el territorio entre México y Canadá crearon uno de los proyectos de nación más exitosos en la historia. A fines de ese siglo y principios del siglo XX, EEUU se enfrascó en las guerras imperialistas de las potencias europeas. Su proyecto de nación fue reemplazado por una abierta competencia imperial con los europeos en América latina, Africa, Asia y otras regiones.
Después de un siglo de imperialismo, las naciones/potencias europeas se han agotado y no tienen la capacidad para seguir explotando la periferia. Hace 40 años EEUU organizó la Comisión Trilateral con el propósito de coordinar sus políticas con las de Europa (el llamado ‘centro’) en su relación con la periferia. Se suponía que para ello se fortalecerían las instancias económicas (FMI, BM), se ampliarían las instancias militares (OTAN) y se crearían instancias políticas nuevas (G-7, G-20). EEUU contraloría todo el engranaje apoyando a los demás socios. Lo que Barak Obama llamó “liderazgo desde la retaguardia”.
El plan concebía el mundo sin fronteras, unidades militares coordinadas y economías cada vez más integradas: La globalización. En otras palabras, era un adiós a las naciones surgidas al calor de la revolución industrial y del capitalismo, así como del imperialismo. Esta versión del ‘fin de la historia’ fue rechazada por sectores importantes del gran capital norteamericano que encontraron en la figura de Trump su campeón. La propuesta de este grupo es sencilla: EEUU es y será la primera y única nación con capacidad para liderar al mundo.   
¿Qué alternativa tiene América latina? La propuesta de la globalización o de un liderazgo único centrado en Washington no es nueva. Es más de lo mismo. Ambos planes implican que las 35 naciones de América latina y el Caribe seguirían siendo exportadoras de bienes de bajo valor agregado e importadoras de productos de alto valor agregado. A las naciones de la región sólo les queda la alternativa de romper con la dependencia y buscar un nuevo camino.
15 de noviembre de 2018

Wednesday, November 7, 2018

Candidatos de los partidos elitistas anclados en el pasado



En mayo de 2019 se realizará la octava ronda electoral con dos grandes elementos en juego, que no serán objeto de debate entre los partidos que se han alternado en el poder. Por un lado, el modelo económico neoliberal hegemónico durante más de 30 años. Por el otro, la presencia de EEUU mediante tratados, pactos, acuerdos o memoranda.
Entre 1984 y 2014 se realizaron 7 elecciones generales. Fueron ungidos tres presidentes del Partido Revolucionario Democrático (PRD), tres del Partido Panameñista y uno de Cambio Democrático (CD). La secuencia electoral engaña si se trata de sacar como conclusión algún tipo de estabilidad política o una especie de continuidad. Entre medio, Panamá sufrió una invasión militar norteamericana (1989), la ocupación militar foránea por varios años, la transición de un régimen militar a otro oligarca y los gobiernos de una elite panameña incompetente. Todos los gobernantes, sin embargo, si coincidieron en un aspecto: La política económica neoliberal que se inició con tímidos ‘ajustes económicos’, en la década de 1980, seguido por la consolidación de políticas de desregulación, privatizaciones y flexibilización en la década de 1990.
Los tres partidos con presencia en la Asamblea Nacional ya han elegido sus candidatos a la Presidencia de la República. Igualmente, el Frente Amplio por la Democracia (FAD) y el PAIS. Mas adelante se definirán los 3 candidatos por la libre postulación. Todo indica que habrá 8 candidatos aspirantes a ocupar el sillón que está en el Palacio de Las Garzas. Con excepción del FAD, ninguno de los partidos políticos tiene una plataforma integral para gobernar el país en el período 2019-2024.
A pesar del fracaso del modelo neoliberal, los tres partidos más grandes insisten en conservarlo. Proponen crecimiento económico sobre la base de un mercado sin regulaciones o cuasi-monopólico.
Panamá tiene una fuente de ingresos enorme que es el Canal de Panamá (los peajes representan ingresos anuales superiores a US$3 mil millones) y las actividades conexas que generan ingresos para el país que superan los US$6 mil millones al año. Los ingresos son producto de la exportación de servicios a la marina mercante mundial. El grupo o partido político que controla el poder garantiza su manejo de esos ingresos provenientes del exterior.
El modelo neoliberal sirve de ‘fachada’ para monopolizar los ingresos del exterior. En los programas de los candidatos ‘tradicionales’ no se menciona – ni una línea – la estrategia que se pretende aplicar para hacer uso de esos recursos para satisfacer las necesidades de la población. Hay dos palabras que han sido prohibidas por los tres partidos que se alternan en el poder. Por un lado, la palabra Desarrollo. Por el otro, Plan. Otra palabra que es mal vista, pero que a veces es utilizada, es Nación. La combinación de las tres palabras: Plan Nacional de Desarrollo constituye la anatema para todos los liberales panameños (neoliberales y conservadores).
Sin Plan es más fácil saquear el fisco mediante el desgobierno, que se traduce en corrupción, que caracteriza los círculos más altos del aparato gubernamental y del sector empresarial. Los últimos gobiernos han sido muy transparentes en sus operaciones de despojo. Lo que llama la atención es que los tres partidos competirán nuevamente por el poder, a pesar de dejar pruebas de su mal manejo del presupuesto (para 2019 se aprobó un presupuesto de US$23 mil millones) y de los casos de corrupción que se encuentran en los juzgados.
El ganador entre los 3 candidatos seguirá nombrando especialistas en su consejo de gabinete que producirá proyectos de ley, decretos y contratos que servirán para enriquecer una elite. Las propuestas de los candidatos seguirán destinando el 15 por ciento del presupuesto al pago de una deuda adquirida de manera irresponsable.
No está contemplado invertir en el sector marítimo – puertos, astilleros, pesca – que se supone que es el fuerte de la economía del país. En cambio, se promueve el despojo de tierras de los campesinos que viven a orillas del mar, sea el Caribe o el Golfo de Panamá.
En el sector externo, EEUU ha demostrado que no es un socio que dé mucha confianza. China ha demostrado un interés especial en Panamá. Los gobiernos panameños tienen interés en recibir lo que traigan los chinos. Pero sólo les interesa recibir la comisión, sin proponer un Plan Nacional de Desarrollo.
Los tres candidatos – unos más otros menos – están asociados al pasado. No presentan alternativas para el futuro.
8 de noviembre de 2018

Wednesday, October 31, 2018

Trump se enfrenta al ‘establishment’ en elecciones


A diferencia de los gobiernos de EEUU que lo antecedieron en el siglo XX, el presidente Trump no está al servicio del establishment financiero que controla la distribución del capital (los excedentes del sector productivo) y de su burocracia que administra las relaciones sociales de dominación (el Estado). Trump es vocero de un sector minoritario de la oligarquía norteamericana que pretende recuperar parte o la totalidad del poder político que ha estado perdiendo en forma consistente después de la II guerra mundial. El enemigo de Trump es el establishment.



Entre 1895 y 1990 por cada dólar invertido en el sector productivo (industria y agricultura) se invertían 18 centavos en activos fijos, procesos de fusiones y absorciones. A partir de 1990 por cada dólar invertido en impulsar la economía productiva, las empresas en EEUU gastaron 68 centavos destinados a procesos de reestructuración y concentración empresarial. Como consecuencia, en los últimos veinticinco años la cuota de mercado de las 100 mayores multinacionales del mundo se duplicó, pasando del 9% del total mundial en 1990 al 21% en 2017.
En las elecciones de 2016 Trump logró organizar una campaña político-electoral que primero le permitió secuestrar al Partido Republicano (en agosto) e, inmediatamente, conducir al partido de Lincoln a un triunfo electoral sorpresivo (en noviembre) que lo llevó a la Casa Blanca (en enero de 2017).
El enfrentamiento entre las dos fracciones del capital norteamericano es asimétrico. El sector más poderosos del establishment, que controla el capital financiero, no sólo sirve de pivote para las inversiones dentro de la economía norteamericana, también ha construido una red global que incluye Europa, pretende incorporar a China y, además, controla la periferia del sistema capitalista, que incluye América latina.
Según Krugman, Trump representa sectores importantes del gran capital industrial, de bienes raíces, agroindustrial y energético. Para equilibrar la asimetría en lo político, Trump logró alinear sectores importantes de la clase obrera empobrecida de EEUU y sectores que aún conservan una ideología conservadora (el “Tea Party”) así como los resentidos racistas. Para debilitar al sector financiero en el plano internacional, Trump, por un lado, se acerca a Rusia y, por el otro, le declara la guerra comercial a China.
Donald Trump se enfrenta a elecciones parciales la próxima semana. Los resultados de las elecciones en la Cámara de Representantes de EEUU (450 curules), programadas para el martes 6 de noviembre, abrirán nuevos escenarios que afectarán el futuro inmediato de ese país y del mundo. Está en juego la presidencia de Donald Trump. Si el Partido Republicano conserva su mayoría en el Congreso, se desatarán un conjunto de procesos promovidos por la Casa Blanca. Si pierde, se producirán otros eventos, algunos predecibles y otros menos.
¿Qué pasa si el partido de Trump gana en 2018? Lo más probable es que en 2020 triunfe en las elecciones presidenciales programadas para ese año y siga en la Casa Blanca hasta 2024. También existe la posibilidad de que intente eliminar la enmienda numero 25 de la Constitución de EEUU que impide que el jefe de gobierno ocupe esa posición por más de dos períodos. Esto significaría en el plano internacional un fin de la ‘globalización’ que pretendía acabar con las fronteras y dejar establecido un gobierno mundial controlado por los centros financieros y el poder militar de EEUU. En su lugar, algo igual de pernicioso, Trump contribuiría a consolidar el poder económico y militar – y cultural – centrado en EEUU convirtiendo el resto del mundo en sus ‘vasallos’. Los vasallos serían sus aliados tradicionales, igualmente sus contrincantes – residuos de la guerra fría -  así como la periferia. 
Esta posibilidad crea un escenario de conflictos sin precedente. Trump cree estar en condiciones de enfrentar al mundo y derrotarlo, utilizando sobre todo su enorme poderío militar. (El 70 por ciento de todos los gastos militares en el mundo se concentran en EEUU).
Si las elecciones de la próxima semana en EEUU no favorecen a Trump, puede tener la seguridad que no podrá reelegirse en 2020. Además, es probable que no llegue a 2020 como presidente. La Cámara de Representantes iniciaría en 2019 un juicio (impeachment) para destituirlo. El Senado actuaría como jurado ante las denuncias de la Cámara. En un escenario de este tipo pueden darse sorpresas. Sin embargo, lo más probable es que la maquinaria del ‘establishment’ logre apaciguar cualquier sector con ideas fuera del contexto constitucional.
1 de noviembre de 2018.

Saturday, October 27, 2018

San Romero: “Cesen la represión”



Hace 10 días la Iglesia católica santificó al arzobispo salvadoreño Oscar Romero. En la ceremonia, el papa Francisco vistió el cinturón litúrgico manchado de sangre que san Romero llevaba cuando fue asesinado el 24 de marzo de 1980. El día anterior a su muerte, el arzobispo había pronunciado un sermón en donde instaba a los soldados salvadoreños a desobedecer las órdenes de sus superiores:
“Quiero hacer un llamado a los hombres del ejército y a las bases de la Guardia Nacional, de la policía, de los cuarteles. Hermanos, son de nuestro mismo pueblo. Matan a sus mismos hermanos campesinos. Ante una orden de matar que dé un hombre debe prevalecer la ley de Dios que dice ‘No matarás’. En nombre de Dios y en nombre de este sufrido pueblo, cuyos lamentos suben hasta el cielo, les suplico, les ruego, les ordeno, en nombre de Dios: cesen la represión”.
Para la misma fecha partió una Caravana de casi tres mil personas desde Honduras con destino a EEUU. Hombres, mujeres y niños van en búsqueda de la paz y de empleos. Las ciudades y los campos hondureños se han vuelto tierras de asesinatos a todos aquellos que aspiran a una vida mejor, a quienes quieren educar a sus hijos. Hace casi 40 años San Romero pidió que cesara la represión contra el pueblo. La matanza continúa y todo indica que no cesará.
Al igual que en otras regiones de América latina, EEUU y el resto del mundo, la desigualdad, la pobreza y la injusticia están a la orden del día en el triángulo norte de Centro América (Guatemala, El Salvador y Honduras).
Mientras los peregrinos caminan hacia la frontera sur de EEUU, llegó en forma sorpresiva a Panamá y a México el secretario de Estado de EEUU. En el caso de Panamá, le dio órdenes al presidente Juan Carlos Varela que desacelerara sus negociaciones comerciales con China Popular. Al presidente mexicano (a quien le queda un mes en el poder político) le ordenó que detuviera la Caravana que ya entró a territorio azteca. Los hondureños no pretenden entrar a EEUU en forma ilegal. En su gran mayoría buscan refugio en el país del ‘sueño americano’.
El secretario Mike Pompeo conoce muy bien las causas que promovieron la Caravana. Sabe muy bien como y quiénes originan los ‘problemas humanitarios’ pero todo indica que no tiene idea alguna de cómo controlar los efectos. Desde hace más de 150 años EEUU interviene directamente en los asuntos internos de México y Panamá, pasando por Centro América. La Caravana tiene su origen inmediato en el golpe de Estado en Honduras en 2009 y en el fraude electoral de 2017. EEUU tiene mas de siglo y medio explotando a Honduras y su gente. Cada vez que el pueblo quiere establecer un orden, Washington interviene militarmente y pone fin a los proyectos de desarrollo. La represión no cesa y los muertos se acumulan. EEUU es la fuente de las armas, entrenamiento militar y finanzas para esta barbarie. En el corazón de Honduras se encuentra la base militar norteamericana Palmarola creada para reprimir a todos los pueblos centroamericanos, comenzando por Nicaragua, El Salvador y Guatemala. En el siglo XXI se ha convertido en el cuartel central desde donde se reprime a los propios hondureños. En EEUU los hondureños también son reprimidos.
Las estadísticas hablan solas: miles de campesinos masacrados, centenares de activistas de derechos humanos muertos y decenas de periodistas asesinados. En EEUU los políticos dicen que las víctimas de las masacres son violadores. El presidente Trump ordenó cerrar la frontera y quiere movilizar el Ejército de ese país para enfrentar a lo que llama demagógicamente la ‘invasión’. ¿Convertirá la frontera entre México y EEUU en ríos de sangre?
Resucitará San Romero para pedirle a EEUU que cese la represión en su propia frontera. Washington y el centro financiero de Nueva York se llevan todas las riquezas del pueblo hondureño. Las empresas bananeras, las madereras, las azucareras, las mineras y otras incontables propiedades de trasnacionales norteamericanas no descansan extrayendo riquezas. La mano dura militar y la corrupción de la oligarquía da como resultado la migración. Trump (antes que él, Obama, Bush, Clinton y un largo etcétera) derrama lágrimas delante de los trabajadores norteamericanos acusando a los centroamericanos de ser los culpables de sus males.
Se oye el grito de San Romero: “¡Cesen la represión!”
25 de octubre de 2018.

Wednesday, October 17, 2018

La oligarquía panameña y el golpe militar de 1968

La tesis central de la ponencia que presenté en el XVI Congreso Nacional de Sociología  consistió en demostrar como la irrupción política de la Guardia Nacional en la institucionalidad gubernamental en 1968 tuvo como objetivo principal el reordenamiento de las relaciones entre las fuerzas sociales del país. La ponencia se preparó en el contexto del cincuentenario del golpe militar.

Todos los autores examinados coinciden en que los actores sociales principales del golpe de 1968 fueron la oligarquía, las capas medias, los sectores populares y EEUU. El instrumento que se utilizó para dar el golpe fue la Guardia Nacional. El objetivo central de este golpe fue reconstituir la hegemonía perdida de la oligarquía como consecuencia de la insurrección popular de enero de 1964. También destacan como detonante la insatisfacción de los mandos medios de la Guardia Nacional por los anuncios de una reestructuración de la institución armada.

Para alcanzar el objetivo deseado – recuperar la hegemonía perdida – era necesario desplazar a la oligarquía del poder político. Puede parecer paradójico que para resolver la crisis política de la oligarquía, esta misma tenía que desplazarse del poder. La oligarquía tenía dos problemas centrales que no era capaz de resolver. Para acometer la tarea, necesitaba la ayuda – ni más ni menos – de los dos actores sociales que eran sus problemas: Por un lado, los sectores populares y, por el otro, EEUU.
Para EEUU era claro que la insurrección popular ocurrida en enero de 1964 no podía repetirse. Este punto aparentemente no estaba claro en los círculos de la oligarquía.  Además, era urgente resolver ‘las causas del conflicto’ con EEUU en torno al Canal de Panamá.
El gobierno militar cumplió, aparentemente, con ambos objetivos. Por un lado, logró la firma de los Tratados de Canal con EEUU en 1977, bajo la conducción del general Torrijos. Por el otro, logró cooptar a segmentos importantes de los sectores populares. Lograda la misión a principios de la década de 1980, todo indica que había que reestablecer la hegemonía de la oligarquía. Torrijos lo tenía en su agenda cuando hablaba del retorno de la Guardia Nacional a los cuarteles. Lo pensaba en un contexto donde la correlación de fuerzas sociales sería otra a la que encontró en 1968. El general Torrijos fue eliminado del escenario en 1981. La recuperación de la hegemonía por parte de la oligarquía se hizo, en forma tardía, mediante una operación traumática que incluyó una devastadora invasión militar norteamericana en 1989.
Los autores examinados reconocen el papel de los cuatro grupos sociales mencionados al principio: la oligarquía, las capas medias, los sectores populares y EEUU. Coinciden que las condiciones para que se diera el golpe militar descansaban sobre la cambiante correlación de fuerzas. Algunos señalan que el golpe se dio en contra de la oligarquía dividida y debilitada. Otros plantean que fue a favor de una fracción de la oligarquía.
Sostenemos que el golpe fue promovido por la misma oligarquía incapaz de gobernar y temerosa de un desenlace con ribetes similares a la Revolución cubana. Esta solución a la crisis, galvanizada por la insurrección de enero de 1964, fue aceptada por EEUU. La falta de una dirección política coherente en las capas medias y en los sectores populares obligó a estos sectores a convertirse en observadores del proceso en la medida en que se desenvolvía. Para Soler, por ejemplo, se produjo una inclinación de los militares hacia soluciones ‘nacionales’, con la cooptación creciente de los sectores populares y capas medias. En cambio, la lectura del mismo proceso por Ardito Barletta abría las puertas a un populismo peligroso y contrario a la democracia liberal.
La Guardia Nacional cumplió su misión. Logró reestablecer un orden entre los 4 grupos sociales que le permitió a la oligarquía recuperar la hegemonía perdida y regresar al poder político en 1989. El sector ‘mayoritario’ de la oligarquía que menciona Soler asumió el poder político y la fracción ‘minoritaria’ (reformista) desapareció. A su vez, la institución armada resolvió el problema ‘nacional’ con los Tratados del Canal, negociados por Torrijos. Sin embargo, el desorden gubernamental que han caracterizado los 30 años de administración de la oligarquía ha desestabilizado la institucionalidad política y puede estar anunciando una solución traumática a la actual crisis. El vicepresidente de EEUU, Mike Pence, ya le dio aviso a las ’20 familias’ que dominan la vida política panameña: O ponen orden o se arriesgan a otra intervención.
18 de octubre de 2018.

Wednesday, October 10, 2018

Los planes de EEUU para contener el avance chino en Panamá (II)




Esta es la segunda entrega de un artículo cuya primera parte publicamos la semana pasada. El artículo centra su atención en un análisis que preparó un agente norteamericano que estuvo en Panamá cuando el Departamento de Estado le pidió a su encargada de negocios en el país que viajara a Washington para preparar la posición oficial de EEUU frente a los avances chinos en la región. En la primera parte abordamos la visión que tiene el agente sobre lo que negocia Panamá con los chinos. En esta entrega, veremos que propone EEUU para castigar a Panamá y contener a China.
Evan Ellis, profesor en la Academia Militar de EEUU, le preocupa  lo que EEUU percibe como agresividad económica de China y la pasividad de las “familias” oligarcas panameñas. Señala que entre los acuerdos que se negocian, está una línea ferroviaria de US$5 mil millones. (Producto de la imaginación del autor). Según Ellis, las inversiones propuestas por Pekín en áreas como energía, logística, telecomunicaciones y otras son ‘sospechosas’. Comenta que los chinos pueden adueñarse del complejo de puertos existentes en ambas entradas del Canal de Panamá. En la actualidad, los dos puertos de Cristóbal y Balboa ocupan el primer y segundo lugar, respectivamente, en movimiento de contenedores en América latina. 
Le preocupa a Ellis la posibilidad de que China pueda ganar los contratos para construir el cuarto puente sobre el Canal, la posible construcción a orillas del Canal de depósitos para almacenar derivados de petróleo y generadores de energía. En esta política agresiva por parte de China, Ellis menciona el interés de Pekín en la modernización del Ferrocarril Transístmico, construido entre 1850 y 1855 para transportar mercancías y pasajeros. China también está interesado en las 1,200 hectáreas descontaminadas recientemente a orillas del Canal. Además, China no pierde de vista la construcción de nuevos puertos en ambas costas (Atlántico y Pacífico) de Panamá.
Las medias verdades de Ellis llegan a la puerta de la Autoridad del Canal de Panamá (ACP). Según Ellis, la ACP tiene una junta directiva corrupta que representa un riesgo para el Canal. Especula con el hecho que esos directivos son fácil presa de ofertas que no se ajustan a la ley. En su informe menciona al sindicato de los trabajadores de la construcción (SUNTRACS) al que acusa de ser cómplice en la introducción de miles de obreros chinos al país. Ellis confunde al sindicato con la Minera Panamá (empresa surafricana-canadiense de antecedentes sospechosos pero muy amiga de los intereses norteamericanos), conocida por ser una depredadora del medio ambiente a escala mundial. En complicidad con el gobierno panameño introduce obreros filipinos que no tienen derechos y son manipulados por la empresa. Esta práctica ha sido denunciada y combatida por SUNTRACS.
Cuando Ellis agota las medias verdades, presenta sus recomendaciones. Son alarmantes y peligrosas para Panamá y la región. Comienza diciendo que “cuando Panamá se desvíe de las normas internacionales (de Washington), EEUU debe tomar las acciones para reorientar el país con el fin de conservar la salud de sus instituciones democráticas”. Propone seguir las prácticas de Washington contra Cuba, Nicaragua, Venezuela y Bolivia. “Cuando Panamá no se porta bien, EEUU puede restringir el acceso a puertos norteamericanos de los barcos con bandera panameña, restringir el comercio de barcos que salen de puertos panameños con destino a EEUU (todos los barcos que utilizan el Canal de Panamá) y restringir el acceso al mercado de EEUU a instituciones y ciudadanos panameños”.
Si “Panamá no actúa según los intereses de EEUU o de acuerdo al espíritu de la amistad, sin infringir la ley, EEUU debe actuar encabezando un lobby de empresas marítimas que presionen al país”. Si Panamá insiste en este mal comportamiento, “EEUU puede negociar con Colombia para usar sus puertos”.
China no se queda por fuera de este panorama de reprimendas. Ellis plantea que EEUU debe ser firme con relación al gigante asiático. “Un enfrentamiento sobre Panamá puede ser preferible a que continúe la aceptación del comportamiento agresivo de China”. Una clara amenaza a Panamá y sus “familias” oligarcas. Hay que elegir: China o EEUU. Entre la potencia que está en ascenso o el imperio que está en descenso.
Panamá no tiene que escoger. Si tuviéramos un plan de desarrollo nacional la ruta sería muy clara. Un plan que beneficie a Panamá y su población. Plan que, en la actualidad, brilla por su ausencia.
11 de octubre de 2018.







Wednesday, October 3, 2018

Los planes de EEUU para contener el avance chino en Panamá (I)


Esta es la primera entrega de un artículo que publicaremos en dos partes. Comentaremos un análisis que preparó un agente norteamericano que estuvo en Panamá cuando el Departamento de Estado le pidió a su encargada de negocios en el país que viajara a Washington para preparar la posición oficial de EEUU frente a los avances chinos en la región. En la primera parte veremos que negocia Panamá con los chinos, según el agente norteamericano. En la segunda parte, veremos como EEUU podría castigar a Panamá y contener a China.
EEUU tiene una historia llena de intrigas, conspiraciones y corrupción. Igual o peor que los demás estados nacionales en el mundo. Desde el primer presidente, George Washington, en 1789, quien tuvo que soportar las conspiraciones de John Adams y Thomas Jefferson. En la actualidad, el presidente Trump se encuentra a diario inmerso en un intercambio constante de intrigas y ‘fake news’ con sus adversarios políticos.
Las armas tácticas incluyen amenazas, insultos y las mentiras cotidianas. Estas mismas herramientas las utiliza EEUU también para atacar a sus enemigos en el plano internacional. La estrategia de EEUU ha sido sistemática. Socavar la credibilidad de sus aliados y enemigos por igual. También desestabiliza las instituciones e, incluso, la identidad de sus competidores. Panamá tiene una larga historia soportando la política exterior de EEUU, que se remonta a mediados del siglo XIX.
Hace poco un agente de inteligencia de EEUU visitó a Panamá para recoger información sobre las relaciones diplomáticas entre el país istmeño y la R. P. de China. Su informe apareció en “Global Americans” (Smart News for Latinamerican Changemakers). El autor, Evan Ellis, es profesor de la Academia de Guerra de EEUU. En su artículo plantea como se prepara una campaña de desinformación. El trabajo publicado siembra 21 mentiras y/o medias verdades sobre las relaciones entre Panamá y China. También adelanta 12 recomendaciones para castigar a Panamá por su iniciativa que aparentemente no fue consultada con Washington.
En varias oportunidades se refiere a Panamá como un país dominado por un grupo de familias que tiene una institucionalidad frágil que puede ser arrollado fácilmente por China. Ellis dice que China “se aprovechará de la competencia económica entre las familias para convertirse en un jugador clave en la economía del país”. Estas familias son la oligarquía que se consolidó en Panamá en el siglo XIX bajo la protección política y militar de EEUU. En 1989 EEUU invadió militarmente a Panamá para devolverle el gobierno precisamente a esas “veinte familias”. Hace treinta años gobiernan sin interrupción el país. Todo indica que el establishment norteamericano no tiene aprecio alguno para la capacidad de su contraparte panameña.
También dice que “la captura estratégica por parte de China del gobierno de Varela y el grupo de familias se da mientras ambos países negocian un Tratado de Libre Comercio”. El autor pareciera sugerir que China quiere emular la política de EEUU hacía Panamá en el último siglo y medio. Más aún, insinúa que China quiere desplazar a EEUU de su posición privilegiada en el istmo panameño.
Entre las medias verdades menciona la crisis creada en Panamá por la ubicación de la Embajada china en la ciudad de Panamá. El gobierno de Varela causó revuelo cuando le propuso a China como opción un terreno en la entrada pacífica del Canal para construir el edificio que alojaría su legación. Ellis también se refiere a la incompetencia del gobierno panameño para informar sobre los acuerdos con China. Según él, los gobernante panameños pecaron de “secretismo” al no informarle al Departamento de Estado de EEUU sobre sus planes de establecer relaciones diplomáticas con China. Señala también que las propuestas económicas chinas son irracionales. Probablemente porque se negocian de manera bilateral sin la participación de EEUU. Cualquier acuerdo que beneficie a Panamá y al país del lejano oriente – sin la aprobación de EEUU - tiene que ser irracional, según los estrategas norteamericanos. En efecto, las propuestas chinas pueden desplazar no sólo a EEUU, también a Panamá si no logramos poner orden en nuestra política y comenzamos a elaborar un plan de desarrollo nacional con urgencia. Un plan que beneficie a Panamá y su población. Plan que, en la actualidad, brilla por su ausencia.
La próxima semana, con la segunda entrega, veremos las medidas que Ellis propone para controlar a Panamá y contener los avances chinos en el país.
4 de octubre de 2018.

Wednesday, September 26, 2018

El eslabón más débil en la guerra entre China y EEUU



La reacción agresiva de EEUU contra Panamá, El Salvador y República Dominicana tiene que ver con la guerra comercial declarada por Washington contra China. Además, tiene que ver con el interés de la potencia norteamericana de desestabilizar los gobiernos latinoamericanos. El presidente Donald Trump aumentó unilateralmente los aranceles a productos chinos que entran al mercado norteamericano. Esta medida fue rechazada por China, los grandes industriales norteamericanos y el resto del mundo. El próximo año los consumidores norteamericanos sentirán la medida en sus bolsillos.
EEUU también alimenta un conflicto territorial con Pekín sobre el Mar del Sur de China. Desde la incursión inglesa en esa área de intenso comercio regional en el siglo XIX y el triunfo norteamericano en la II Guerra Mundial (1945) esas aguas le eran vedadas a los chinos. En el siglo XXI, Pekín quiere recuperar su soberanía sobre ese mar propio. Para sumar ofensivas, EEUU acaba de imponer sanciones a la empresa Equipment Development Department (EDD) -responsable de las armas y el equipo del Ejército chino - y a su director, Li Shangfu - por haber comprado armamento a la firma estatal (rusa) Rosoboronexport, la mayor exportadora de armamento, que anteriormente había sido sancionada por Washington.
Estos puntos constituyen el contexto en el cual EEUU da a conocer su amenazante comunicado que genera preocupación en la región latinoamericana.
EEUU acusa a “los países en la región” de buscar “relaciones con socios desconocidos”, que usan “métodos (que) carecen de un record positivo” y tienen una “tendencia perturbadora”. El comunicado de Washington agrega que “muchas de estas transacciones carecen de transparencia”. A pesar de la ambigüedad y falta de transparencia del comunicado, queda claro que EEUU pretende crear zozobra en la región por sus relaciones con China. 
EEUU se arroga el derecho de “prevenir y combatir la corrupción” en América latina. Las acciones que pueda tomar Washington “es esencial para tener democracias fuertes y funcionales en todo el continente americano”. El comunicado fue emitido por la embajada de EEUU en El Salvador. Por alguna razón que desconozco no se emitió por el Departamento de Estado en Washington. Sin embargo, es una clara adenda a la Doctrina Monroe promulgada hace 200 años.
En su estrategia intervensionista, EEUU hace énfasis en el ‘combate a la corrupción’. No es casualidad que logró enjuiciar a Lula en Brasil por acusaciones infundadas de corrupción. Igual está haciendo con gobernantes antiguos en Argentina y Ecuador. Pretende hacer lo mismo con los presidentes en funciones de Bolivia, Nicaragua y Venezuela. Todos en su momento han cuestionado las políticas arbitrarias de EEUU. La respuesta ha sido rápida y contundente por parte de Washington.
Es un mensaje claro a los partidos políticos gobernantes de los tres países del área centroamericana y del Caribe. Especialmente el FMLN que ha mantenido un equilibrio muy difícil entre sus políticas sociales y sus relaciones con EEUU durante dos períodos. Con una clara mayoría electoral en El Salvador, el ex - ejército guerrillero tiene las manos atadas por Washington. La conexión china puede darle a los intereses más retrógrados en EEUU la oportunidad para iniciar una campaña desestabilizadora similar a la promovida en Nicaragua.
En el caso de Panamá, el presidente Varela respondió que la decisión de Trump de llamar a consultas a los diplomáticos "son temas internos del Gobierno de EEUU" y que Panamá respeta y aseguró que la relación con China va a traer muchos beneficios al istmo y en nada va a afectar la relación con un socio estratégico. Varela le recuerda al gobierno norteamericano que las relaciones con China no pretenden desconocer la relación especial que Panamá tiene con EEUU.
El problema de fondo que explica la ‘guerra comercial’ y la diplomacia agresiva de Washington hay que buscarlo dentro de EEUU.  El estancamiento económico ha generado problemas políticos internos que se traducen en fenómenos – incomprensibles para muchos - como Trump. Las protestas sociales con ribetes clasistas y racistas aparecen cada vez con más fuerza. Estos fenómenos se traducen en una crisis de hegemonía del establishment que perdió la Casa Blanca y quiere evitar el colapso de su proyecto de ‘globalización’. 
China forma parte del proyecto de ‘globalización’ del establishment. Es el motor de la economía capitalista mundial que es aceitada por quienes controlan las finanzas a escala global. Trump representa, en cambio, al sector del capital norteamericano que quiere concentrar la industria en EEUU y habla de ‘hacer América grande otra vez’. Para el inquilino de la Casa Blanca el enemigo es China. En cambio, el amigo es Rusia.
En este juego geopolítico fueron atrapados los eslabones más débiles de América latina: Panamá, República Dominicana y El Salvador.
27 de septiembre de 2018.


Wednesday, September 19, 2018

Los pilares y las fronteras de Laurentino ‘Nito’ Cortizo


 Las primarias del Partido Revolucionario Democrático (PRD) arrojaron como candidato a la Presidencia de la República a Laurentino ‘Nito’ Cortizo. Las elecciones generales que se realizarán en mayo de 2019 ya cuentan con dos candidatos a la Presidencia. El otro es Rómulo Roux del Partido Cambio Democrático (CD). Se esperan dos primarias adicionales, el del Partido Panameñista y el del Frente Amplio por la Democracia (FAD).
El PRD cumplió con el mandato legal de seleccionar sus candidatos a elección popular a través de una consulta a sus 500 mil adherentes. Mas de la mitad de los ‘perredistas’ salieron a las urnas. Cortizo ganó con un cómodo 66 por ciento de los votos. Su fuerte se concentró en las provincias centrales donde triunfó con más del 70 por ciento de los sufragios. El candidato fue ministro de Desarrollo Agropecuario (MIDA) y sirvió dos períodos en la Asamblea de Diputados.
En su discurso que culminó la jornada electoral, Cortizo presentó varias ideas interesantes para no decir originales. Anunció que a partir de octubre comenzaría a elaborar su programa de trabajo gubernamental mediante la consulta a todos los sectores del país. A pesar de ello, mencionó lo que llamó sus ‘Cuatro Pilares’ y también la ‘Sexta Frontera’.
Los cuatro pilares están basados en, primero, la eliminación de la corrupción. En segundo lugar, “un nuevo orden constitucional”. Tercero, el combate a la pobreza y la desigualdad y , por último, una economía que “genere empleo”. Los objetivos suenan muy bien. Además, suenan muy familiares. Es la ‘promesa’ que hacen todos los políticos cuando aspiran a un puesto de elección popular.  Ningún político, empero, quiere atacar las causas de los males que promete erradicar
Por ejemplo, para enfrentar la corrupción promete ‘el buen gobierno’. Este se basa en ocho promesas: la verdad, la planificación, la priorización, la ejecución con eficiencia y transparencia, la inversión privada, la generación de empleo, respeto de la separación de poderes (del gobierno) y de la oposición y reformar la ley de contrataciones públicas. Ninguno de estos planteamientos es viable si no se conocen y atacan sus causas. Esto se sabe desde la invasión militar norteamericana hace casi 30 años.
Con Endara en 1990 (el Plan Ford) y después con Pérez Balladares en 1994 (el Plan Chapman) se instauraron las políticas neoliberales de privatización, desregulación y flexibilización de la fuerza de trabajo. Si estas no se erradican, o por lo menos se reforman, no se puede poner en práctica las promesas de Cortizo y, de paso, erradicar la corrupción.
El segundo pilar, se refiere a “un nuevo orden constitucional” que garantice la independencia de los órganos de control y represión. No propone una Asamblea constituyente para refundar la República. En cambio, sugiere algunas reformas a la Carta Magna.
Para combatir la pobreza y la desigualdad (tercer pilar), propone una “educación de calidad”, un sistema de salud centrado en políticas preventivas y sostenibles, así como un nuevo modelo de seguridad basado en la prevención. A estos tres objetivos, agrega un programa ‘Nuevo Amanecer’ dirigido especialmente a las mujeres. Quizás este pilar es el más débil de todos, en la medida en que no menciona las causas del colapso de los programas de salud, educación, seguridad y el desastre causado por las políticas neoliberales a la seguridad social.
El último pilar se refiere a “una economía competitiva que genere empleo”. La palabra competitiva nos dice que no pretende abandonar las políticas neoliberales que han acabado con el país. El gobierno se dedicará a ‘pagar cuentas’ sobre la base de los ingresos del fisco gracias a la posición geográfica del país. Insinúa que promoverá las compras de productos nacionales “para escuelas y hospitales”. Se olvida que hay que reconstruir el mercado nacional para los productores agrícolas.
Producto de una buena imaginación, Cortizo está planteando un proyecto para combatir la pobreza y la desigualdad con el nombre de la ‘Sexta Frontera’. Haciendo alusión a la ‘Quinta Frontera”, que en el siglo XX el general Torrijos acuñó para referirse a la desaparecida Zona del Canal de Panamá, el candidato a la Presidencia del PRD quiere lanzar una cruzada para poner fin a la pobreza y a la desigualdad. ¿Pretenderá emular al general Torrijos, enfrentando a EEUU y al poder económico local, para lograr su objetivo? Tendría que aliarse con los sectores populares del país y buscar apoyo político internacional.
20 de septiembre de 2018.                

Wednesday, September 12, 2018

Panamá y China: Los retos del siglo XXI


La Universidad de Panamá inauguró esta semana un seminario sobre el futuro de las relaciones entre Panamá y la República Popular de China. La actividad contempla 20 conferencias de especialistas sobre China y la participación del embajador de la República Popular, Wei Qiang. El seminario fue organizado por el Departamento de  Sociología, se inició el lunes pasado y culminará mañana viernes.

La actividad coincide con el anuncio desconcertante de Washington de llamar para consultas a la encargada de negocios, a.i., de su país en Panamá en señal de protesta tardía por la decisión del gobierno del presidente Varela de establecer relaciones diplomáticas con la R.P. de China y poner fin a los vínculos con Taiwán. Esto ocurrió en junio de 2017. Hace casi cuarenta años, EEUU rompió relaciones con Taiwán cuando reconoció a Pekín en 1979. Washington también encabezó, en aquel entonces, un movimiento que expulsó a Taiwán (que todavía usa el nombre de República de China) de la ONU y de su Consejo de Seguridad,
En el Salón de Profesores de la Facultad de Humanidades, atiborrado de universitarios, el embajador Wei se dirigió a estudiantes y profesores para expresarles su interés en conocer mejor a Panamá y que los jóvenes panameños hagan lo mismo con respecto a China. Señaló que desconocía los motivos por los cuales EEUU está molesto con Panamá. El país centroamericano actuó con todo respeto y sin poner en peligro la estabilidad política en la región. No se refirió a la parte del comunicado del Departamento de Estado que alega que Pekín quiere provocar problemas entre Taiwán y países de la región latinoamericana.
El embajador explicó porque China no ha suscrito el Tratado de Neutralidad del Canal de 1977 entre Panamá y EEUU. Señaló que ese acuerdo fue suscrito por Taiwán, poco después de que lo firmaran el general Omar Torrijos y el presidente Jimmy Carter (de EEUU). Pekín tiene una política muy estricta en lo que se refiere a la provincia rebelde de Taiwán que - bajo protección de EEUU - se mantiene actuando como si fuera un país soberano. Mientras Taiwán aparezca entre los suscriptores del Tratado, China Popular no lo puede firmar. En 1977 Panamá y EEUU firmaron dos tratados. El primero, sobre la transferencia del Canal a Panamá que, en la actualidad, es administrado por el gobierno panameño. El segundo, sobre la Neutralidad, que no tiene fecha de terminación.
Según el embajador Wei, la República Popular privilegia cinco áreas en sus relaciones con Panamá. El primero es establecer una “relación estratégica” que beneficie a los dos países. Segundo, que exista una relación de respeto mutuo (por ejemplo, que se acepte el principio de “una sola China”). Tercero, que se desarrolle una cooperación en el campo económico. Cuarto, fortalecer la “gobernanza global” (para evitar incidentes como la llamada de la jefe de misión norteamericana en Panamá). Quinto, impulsar el intercambio cultural, para fortalecer la relación entre ambos pueblos.
Durante el seminario se examinó la situación mundial y el rol que desempeñan los dos países desde una perspectiva geopolítica. Los análisis estuvieron a cargo de Leonardo Kam, ex.canciller y quien fuera representante comercial de Panamá en Pekín. Los profesores universitarios, Juan Jované y Julio Yao, se refirieron a la economía y a la política internacional de China, respectivamente. La embajadora Nicole Wong, directora de Política Exterior de la Cancillería, se refirió a los acuerdos alcanzados por los gobiernos de Panamá y China. El embajador y ex ministro de Relaciones Exteriores, Edgar Spence, se refirió a las relaciones entre China y el Caribe. Moisés Carasquilla se refirió a las instituciones políticas y la gobernanza en China.
Hoy jueves, a partir de las 9am, intervendrán los profesores Samuel Pardo y Zuly Aguilar, así como el especialista de la Ciudad del Saber, Gabino Ayarza. El director del Instituto Confucio en Panamá, Dong Wang, también hablará haciendo referencia a la política educativa global de China.
Mañana viernes, a la misma hora, harán uso de la palabra Oscar Terán de la ACP, Rodolfo Sabonge, del Instituto de Canal, y el profesor Euclides Tapia. Este último y el suscrito analizarán la importancia de la Ruta de la Seda para América latina. Al final se realizará un conversatorio entre todos los asistentes sobre los retos del siglo XXI, dirigido por el profesor Néstor Mathieu, director del Departamento de Sociología y coordinador del Seminario.
13 de septiembre de 2018.

Thursday, September 6, 2018

La audacia en el pensamiento marxista de Samir Amín



El gran pensador social, Samir Amín, ha fallecido. Las ciencias sociales han perdido tres figuras insustituibles en el presente año. Primero, el brasileño Theotonio dos Santos, quien inspiró a muchos a estudiar el sistema mundial desde una perspectiva radical. Le siguió Aníbal Quijano, el peruano, quien planteó la ‘revolución cultural’ para darle a los pueblos de la región latinoamericana su propia identidad. Samir Amín era egipcio pero se encontraba muy cómodo trabajando con los sociólogos latinoamericanos.
Antes de su muerte, Samir Amín fue entrevistado por Rubén Ramboer. De esa entrevista queremos rescatar tres líneas sobre las cuales desarrolla su obra Samir. En primer lugar, el papel de la audacia en el trabajo de los científicos sociales. En realidad, la audacia tiene que estar presente en toda iniciativa que pretende ser significativa. Más aun, la audacia es un ingrediente imprescindible para superar las contradicciones sociales.
Samir Amín se identifica como marxista. ¿Qué es ser marxista teniendo en cuenta que Carlos Marx escribió sus grandes obras hace 150 años? Según Samir, “ser marxista, es partir de dos grandes contribuciones elaboradas por Marx. En primer lugar, la crítica de la realidad. Pero la realidad situada en su época”. Es decir, en la actualidad. No podemos criticar algo que ya pasó o que se sitúa en un futuro desconocido. Señala, además, que “aunque el capitalismo ya no es lo que era, sigue siendo fundamental la crítica del capitalismo”. En segundo lugar, “la crítica de la imagen ideológica del capitalismo. Es decir, de la teoría económica y del economismo”. La ideología de los capitalistas ha creado un conocimiento falso de la realidad: el economismo que proclama el ‘fin de la historia’ y la existencia para siempre de relaciones sociales de esclavitud (asalariada).
Sobre estas dos grandes contribuciones elaboradas por Marx, hay casi un consenso sobre la definición actual del marxismo. Samir Amín da un paso adicional que asusta a no-marxistas y neomarxistas. Dice que “ser marxista significa necesariamente ser comunista. Marx no disociaba la teoría de la práctica, de la participación en la lucha por la emancipación de los trabajadores y los pueblos. También significa ser un comunista internacionalista. No es posible cambiar el mundo olvidando a la mayoría de los pueblos, especialmente a los de la periferia”. No queda claro que es ser comunista. Samir Amín aclara que significa estar dispuesto a ‘cambiar el mundo’. Inmensa tarea.
Samir habla de ser “neo-marxista”, algo que está de moda en algunos círculos. ¿Se puede ser un nuevo marxista, con nuevas ideas tomadas del pensador alemán del siglo XIX? Los neo-marxistas, dice Samir, “quieren romper con el marxismo histórico. Quieren ir más allá de Marx. (No soy neo-marxista), tampoco me considero “paleomarxista”, es decir, alguien que sostiene de manera incondicional el marxismo histórico, alguien que se convierte en sacerdote del marxismo, que sólo conoce los textos sagrados y los comenta sin fin. Leyendo entre líneas, tratan de encontrar respuestas a los problemas actuales que no se planteaban en aquel momento.
Samir Amín también se refiere a China y su aparición en el escenario mundial como nueva potencia industrial. La presencia explosiva del viejo Imperio Celestial ha trastocado la correlación de fuerzas internacional. Poco a poco, ha trasladado el centro del sistema capitalista mundial del Atlántico norte hacia la cuenca del Pacífico.
Según Samir, “estamos en un momento histórico en el que la izquierda radical debe ser audaz. Me refiero a la izquierda que está convencida de que el sistema capitalista debe ser superado en su esencia. En el Norte, existen las condiciones objetivas para aislar el capital monopolista, que ejerce su poder también gracias a su clero político y mediático. Esto podría comenzar por una alianza política – no una alianza electoral – y social, que incluyese a la gran mayoría. En las periferias, la audacia consistiría en la formación de un bloque histórico alternativo anticomprador” (anti-rentista).
En este punto, Samir se situa en el medio del gran debate sobre China. Estará Pekín contribuyendo a la construcción de un mundo nuevo o se estará integrando a la visión global de los centros financieros de Occidente. Según Samir, “los países emergentes, especialmente China, están en el proceso de de-construir los monopolios. Para hacer frente a esto los chinos han escogido financiar la muerte lenta de EEUU apoyando a su déficit. La muerte repentina de un animal de este tipo sería demasiado peligrosa”.
6 de agosto de 2018.



Wednesday, August 29, 2018

La guerra declarada por EEUU contra Venezuela

          

EEUU y sus aliados no descansan en su campaña para derrocar el actual gobierno venezolano presidido por Nicolás Maduro. Hace dos semanas intentó poner fin al proyecto bolivariano atentando contra la vida del presidente Maduro. Sorprendió la técnica utilizada que no tuvo éxito en sus propósitos. En estos momentos, los medios de comunicación también están saturando a la región con noticias sobre los venezolanos que están caminando hacia las fronteras del Perú y Ecuador. Grupos enteros son abandonados por sus ‘coyotes’ creando problemas aparentemente humanitarios.
Según Aram Aharonian, “el análisis de la Big Data (que permite a la información interpretarse a sí misma y adelantarse a nuestras intenciones) y  los algoritmos de la “caja negra”, son utilizados para poner a prueba la verdad y la confianza”. Las protestas en Venezuela así como las vistas de familias, distribuidas por las redes sociales, caminando por las carreteras de Colombia y Ecuador para llegar al Perú, parecen fabricadas. Es una táctica utilizada por los medios masivos de comunicación controlados por las agencias de noticias de EEUU desde Guatemala (1954), pasando por Chile (1973) y hace poco en Nicaragua (2018).

El plan desestabilizador de Washington contra Venezuela se extiende a los yacimientos de petróleo. El plan de EEUU consiste en tres medidas coordinadas. La primera pretende preparar el terreno para que los acreedores  incauten activos venezolanos en EEUU (Citgo y otros). Conoco-Phillips acaba de confiscar US$2 mil millones de activos de PDVSA en el Caribe. La segunda maniobra sería socavar la estabilidad de los trabajadores de la empresa PDVSA que extrae el ‘oro negro’ de las profundidades. La tercera sería que el presidente Trump y sus seguidores en Europa impongan sanciones adicionales a la economía bolivariana.

Según el ‘Think Tank” norteamericano, World Politics Review, WPR, la producción de petróleo en Venezuela está disminuyendo desde que Hugo Chávez, líder de la revolución bolivariana, falleció. En la actualidad, produce 1.34 millones de barriles por día. El mayor comprador del crudo venezolana es EEUU con un 33 por ciento de las exportaciones.

Washington puede suspender las compras de petróleo venezolano para crear una crisis de divisas en el país de Bolívar. Pero como dicen Lisa Viscidi y Nate Graham, de WPR, la medida puede provocar una reacción negativa entre los consumidores norteamericanos que perjudique las aspiraciones políticas del presidente Trump. La suspensión de importaciones de crudo venezolano a EEUU crearía un desequilibrio en la demanda y oferta en el mercado norteamericano. Esta situación haría que los precios de la gasolina en las estaciones suba y perjudique al consumidor común y corriente. Es decir, crearía un descontento entre los ciudadanos que se preparan para votar en las elecciones parciales del Congreso norteamericano en noviembre de este año (en apenas dos meses). El más perjudicado sería el inquilino de la Casa Blanca.

EEUU tiene otra carta en la manga: Puede interrumpir la exportación de “productos derivados del petróleo y petróleo ligero, llamados condensados. Venezuela importa productos petrolíferos y petróleo ligero, llamados condensados, para mezclarlos con su petróleo extra-pesado”. Viscidi agrega que Venezuela tendría que buscar proveedores en otros países. Menciona a China y Rusia. Incluso, pronostica la caída del gobierno venezolano y la entrada del Fondo Monetario Internacional (FMI) como co-gobernante. Aparentemente, todo está preparado.

Viscidi concluye que “si se desarrolla uno de estos tres escenarios - la incautación masiva de activos, un éxodo de trabajadores o más sanciones - se hundirá la producción petrolera y los ingresos de Venezuela. Sólo los especuladores en Wall Street podrán celebrar como propia la caída del gobierno venezolano”.
Los  analistas norteamericanos ahora están preocupados que las sanciones del gobierno de Trump empuje a Venezuela hacia tratos con las grandes empresas petroleras de Rusia y China  Según esas fuentes, el gobierno transfirió 29 mil millones de barriles de petróleo, casi el 10 por ciento de sus reservas probadas, valuadas por el gobierno en 1.9 mil millones de dólares, al Banco Central para servir como garantías para nuevos préstamos de Rusia y China.
La guerra declarada por EEUU apuesta a convertir a Venezuela en un “Estado fallido”. Es decir, un país sin capacidad de auto-gobernarse, cuyas instituciones dejan de funcionar. El gobierno del presidente Maduro maniobra en la dirección opuesta. Está estabilizando su economía, víctima del bloqueo de EEUU, y ha logrado neutralizar las movilizaciones de la oposición que creaban zozobra ciudadana y escasez de productos de primera necesidad.
30 de agosto de 2018.